El rediseño del futuro bulevar García Lorca de València, a cargo de la prestigiosa paisajista Kathryn Gustafson, se encuentra actualmente en suspenso. Han pasado cinco meses desde que se le adjudicó la actualización del proyecto, pero el contrato aún no se ha firmado debido a que el Ayuntamiento de València no ha entregado los documentos técnicos esenciales que deben guiar el diseño.
Este retraso administrativo mantiene paralizado uno de los proyectos de transformación urbana más importantes para los barrios del sur de la ciudad, que convertirá el espacio de las antiguas vías del tren en un nuevo eje vertebrador.
Puntos Clave
- La paisajista Kathryn Gustafson no puede iniciar el rediseño del bulevar porque el contrato de 95.000 euros no se ha firmado.
- El Ayuntamiento de València debe entregar la planta viaria y un estudio de movilidad, documentos clave para definir el proyecto.
- El consistorio asegura que enviará la documentación "muy pronto", antes de que finalice el año.
- Existe un debate central sobre el diseño: el gobierno local contempla tráfico rodado, mientras que las asociaciones vecinales exigen un corredor verde totalmente peatonal.
Un contrato en el aire a la espera de un plan viario
La Sociedad Parque Central aprobó hace cinco meses encargar a Kathryn Gustafson la actualización de su diseño original de 2011 para el bulevar García Lorca. El encargo, con un presupuesto de 95.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, busca adaptar la propuesta a las nuevas necesidades técnicas y de movilidad de la ciudad.
Sin embargo, para que Gustafson y su equipo puedan comenzar a trabajar, es imprescindible contar con la planta viaria que debe proporcionar el Ayuntamiento. Este documento define la distribución de calles, carriles, aceras y conexiones con los barrios, estableciendo las bases sobre las que se asentará el diseño paisajístico.
A día de hoy, estos documentos no han sido remitidos. Como consecuencia, el contrato no ha podido formalizarse y el plazo de cinco meses para la entrega del nuevo diseño ni siquiera ha comenzado a contar.
¿Qué es la planta viaria?
La planta viaria es un documento técnico fundamental en urbanismo. Actúa como un plano maestro que define cómo se organiza el espacio público. Determina el ancho de las calles, el número de carriles para vehículos, la ubicación de las aceras, los aparcamientos, los carriles bici y las conexiones con las vías existentes. En el caso del bulevar García Lorca, este documento condicionará directamente cuánto espacio se destinará a zonas verdes frente al dedicado a la circulación.
La respuesta del Ayuntamiento ante el retraso
Desde el gobierno municipal se ha transmitido un mensaje de tranquilidad, asegurando que la documentación necesaria se enviará "muy pronto". Fuentes del consistorio han fijado como fecha límite "antes de que acabe el año" para resolver este trámite administrativo.
El Ayuntamiento encargó la elaboración de esta planta viaria a una empresa externa a través de un contrato menor. Dicho contrato tenía un plazo de tres meses que finalizó el pasado 2 de septiembre. Según se ha informado, la empresa contratista solicitó una suspensión temporal a finales de julio al no disponer de las ratios de estacionamiento, un dato crucial para completar el diseño. Fuentes municipales afirman que el contrato se reactivó "al poco tiempo" y que el trabajo concluirá "en breve".
El debate sobre el tráfico divide el proyecto
Más allá de los plazos administrativos, el principal punto de fricción en el futuro del bulevar García Lorca es el papel que jugará el tráfico rodado. El actual equipo de gobierno, formado por PP y Vox, defiende un modelo que incluye viales para vehículos, argumentando la necesidad de dar acceso a las futuras viviendas y disponer de vías de evacuación.
Esta visión choca frontalmente con la de la mayoría de las asociaciones vecinales de la zona. Agrupadas en la plataforma "Volem Corredor Verd", reclaman un gran corredor verde completamente peatonal, sin coches, donde el acceso a los garajes de las viviendas se solucione mediante "bucles" de circulación perimetrales que no atraviesen el parque.
70% de espacio verde prometido
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha declarado públicamente que el proyecto final contará con "un 70% de espacio verde". No obstante, no se ha detallado si este porcentaje se mantiene en la planta viaria que prepara el consistorio ni si esta incluye los cuatro carriles de tráfico (dos por sentido) que se plantearon en borradores anteriores y que generaron un fuerte rechazo vecinal.
La participación ciudadana, también en espera
Para intentar acercar posturas, la Sociedad Parque Central incluyó en las condiciones del contrato con Gustafson la obligación de llevar a cabo un proceso de participación ciudadana. El objetivo es recoger propuestas y sugerencias de los vecinos antes de cerrar el diseño definitivo del bulevar.
Sin embargo, este proceso participativo también está bloqueado. Sin la planta viaria y el estudio de movilidad, es imposible presentar a los ciudadanos los escenarios reales sobre los que debatir. Estos documentos técnicos marcarán los límites y las posibilidades del reparto de espacios entre zonas verdes, peatonales y viales.
"Las asociaciones vecinales han expresado sus dudas sobre la falta de garantías del proceso participativo, temiendo que las decisiones técnicas previas condicionen cualquier debate posterior y lo conviertan en un mero trámite."
Este verano, la sociedad gestora presentó un borrador del proceso de participación que contemplaba cuatro posibles escenarios de trabajo. La intención es abrir el debate una vez se disponga de la base técnica, buscando el mayor consenso posible antes de iniciar la fase de urbanización, que comenzará una vez finalicen las obras del soterramiento de las vías del tren.





