La familia de Dolores, una mujer de 95 años que falleció tres días después de ser evacuada de la residencia Savia en Paiporta durante la DANA, ha iniciado un proceso judicial para que su muerte sea reconocida oficialmente como la víctima número 230 de la catástrofe. Un juzgado de Catarroja ya ha comenzado a investigar la posible relación directa entre la inundación del centro y su posterior fallecimiento en el hospital por una insuficiencia respiratoria.
Puntos Clave
- Una mujer de 95 años falleció en el Hospital Doctor Peset tres días después de ser rescatada de la residencia inundada de Paiporta.
- Su hijo, Manuel, ha iniciado un proceso legal para que sea reconocida como la víctima 230 de la DANA.
- Un juzgado ha solicitado un informe forense para determinar la relación de causalidad entre la DANA y el fallecimiento.
- La familia denuncia que no pudo despedirse de ella y busca justicia, no una compensación económica.
La batalla judicial para el reconocimiento
El camino hacia el reconocimiento oficial de Dolores como víctima de la DANA ha comenzado en los tribunales. Su hijo, Manuel, compareció la semana pasada ante el Tribunal de Instancia de Catarroja para exponer el caso. La magistrada a cargo de la macrocausa sobre la tragedia ha respondido iniciando un procedimiento específico para esclarecer las circunstancias de la muerte.
Como primer paso, la jueza ha dictado una providencia clave. En ella, solicita al Instituto de Medicina Legal de Valencia la elaboración de un informe forense. El objetivo de este informe es determinar si existe una "relación de causalidad existente entre el fallecimiento en el Hospital Doctor Peset y las circunstancias que tuvieron lugar, con motivo de la dana, en la residencia Savia de Paiporta".
Para Manuel y su familia, esta decisión judicial representa un avance fundamental en su búsqueda de justicia. "Mi madre murió con los pulmones encharcados tras ser rescatada de la residencia", afirma con rotundidad. Insiste en que su motivación no es económica, sino moral: "Solo quiero que se reconozca lo que es correcto, no puedo con las injusticias".
La tragedia en la residencia de Paiporta
El 29 de octubre, la residencia de mayores Savia de Paiporta, situada en una de las zonas más afectadas por la riada, sufrió una grave inundación. Seis residentes fallecieron en el interior del centro. Más de un centenar de ancianos tuvieron que ser evacuados en condiciones extremas por los servicios de emergencia.
Los últimos días de Dolores
Dolores, que habría cumplido 96 años recientemente, llevaba un año y medio en la residencia. Su habitación estaba ubicada en la planta baja, una de las áreas más expuestas a la subida del agua. Su familia está convencida de que fue una de las residentes que estuvo en grave peligro durante las primeras horas de la inundación.
Aunque sobrevivió a la evacuación inicial, su estado de salud se deterioró rápidamente. "Pasó la noche empapada por el agua", explica su hijo. Al día siguiente, el 30 de octubre, fue trasladada directamente al Hospital Doctor Peset de Valencia, a diferencia de otros residentes que fueron reubicados en otros centros de mayores.
"El sábado anterior a la riada fuimos a verla y estaba bien. Solo unos días después, el 1 de noviembre, nos llamaron del hospital para decirnos que había muerto".
La familia recibió la primera llamada del hospital a las 19:16 horas del día 30, alertando de la gravedad de su estado. Al día siguiente, un médico les comunicó el diagnóstico: neumonía con los pulmones encharcados. Según recuerda Manuel, el facultativo mencionó que era "posiblemente por haber tragado agua". Tres días después de la riada, Dolores falleció.
Cronología de los hechos
- 29 de octubre: La DANA inunda la residencia Savia de Paiporta.
- 30 de octubre: Dolores es evacuada y trasladada al Hospital Doctor Peset.
- 31 de octubre: La familia es informada de que padece neumonía con pulmones encharcados.
- 1 de noviembre: Dolores fallece en el hospital.
Una despedida imposible y la búsqueda de respuestas
La tragedia para la familia de Dolores no terminó con su muerte. Ellos mismos eran damnificados por la DANA, con su propia casa anegada y las calles de su barrio bloqueadas por vehículos arrastrados por la corriente. Esta situación les impidió por completo desplazarse al hospital para acompañar a Dolores en sus últimas horas.
"No pudimos despedirnos de ella", lamenta Manuel, quien relata haber perdido 25 kilos por el estrés y el dolor vividos tras el fallecimiento. La falta de contacto fue tal que el único recuerdo visual que conserva de ese momento es una fotografía que la funeraria le envió por WhatsApp para que pudiera confirmar la identidad de su madre antes del funeral.
La comunicación con las instituciones también fue complicada. Manuel denuncia que catorce días después de la muerte, recibió una llamada del hospital para decirles que "fuéramos a recogerla", cuando el entierro ya estaba programado. Esta semana, al intentar solicitar el historial médico en el mismo centro, la respuesta inicial fue que debía solicitarlo "la paciente".
A día de hoy, cerca del aniversario de la catástrofe, la familia asegura que "nadie de la residencia se ha puesto en contacto con nosotros". Su lucha continúa ahora en los juzgados, con la esperanza de que el informe forense confirme lo que ellos sostienen: que la DANA fue la causa directa de la muerte de Dolores, convirtiéndola en la víctima 230 de la peor catástrofe natural de la historia reciente de Valencia.





