Ante la creciente escasez de suelo y la crisis de vivienda, València se suma al debate sobre la construcción de nuevas plantas en edificios existentes. Una propuesta del grupo municipal socialista ha abierto un diálogo sobre la viabilidad de esta medida, que ya se aplica con matices en ciudades como Barcelona y en las Islas Baleares.
Puntos Clave
- El grupo socialista en València propone añadir hasta dos alturas en edificios existentes para crear vivienda protegida.
- El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo, ha mostrado escepticismo, cuestionando la viabilidad técnica y legal de la medida.
- Barcelona y Baleares ya cuentan con normativas que permiten, bajo ciertas condiciones, la sobreelevación de edificios.
- La propuesta podría generar hasta 70.000 nuevas viviendas en València, según estimaciones del PSOE.
- Expertos señalan desafíos técnicos como la capacidad estructural de los inmuebles y la necesidad de no saturar los servicios públicos de los barrios.
La propuesta que divide al Ayuntamiento de València
El debate sobre la densificación urbana ha llegado al pleno del Ayuntamiento de València. El grupo municipal socialista ha presentado una moción que busca modificar la normativa urbanística para permitir la adición de hasta dos plantas en edificios residenciales ya construidos. El objetivo principal es generar un nuevo parque de vivienda protegida para aliviar la presión sobre el mercado del alquiler.
Según los cálculos presentados por los socialistas, esta iniciativa podría crear entre 30.000 viviendas (con una planta adicional) y 70.000 (con dos plantas). La propuesta excluye explícitamente los centros históricos para proteger el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
La respuesta del gobierno municipal
La Concejalía de Urbanismo, dirigida por Juan Giner, ha calificado la propuesta como una "ocurrencia" y ha planteado una serie de interrogantes sobre su aplicación práctica. La administración local cuestiona los criterios técnicos y legales que sustentarían la medida.
"¿Por qué dos alturas y no tres? ¿Qué se le va a exigir a los edificios para saber si la prueba de carga pueden elevarlo o no? Si alguien tiene un ático, ¿se le va a poner sobre el ático dos viviendas más?", cuestionó públicamente Juan Giner.
Estas dudas reflejan la complejidad de una modificación normativa de este calibre, que implicaría evaluaciones estructurales individualizadas y posibles conflictos con los propietarios actuales, especialmente los de las plantas superiores.
El "Derecho de Vuelo": una oportunidad económica
La posibilidad de construir sobre un edificio se conoce legalmente como "derecho de vuelo". Este derecho puede ser una fuente de ingresos para las comunidades de propietarios, que pueden venderlo a promotoras especializadas. A cambio, la comunidad puede obtener fondos para rehabilitar el edificio, instalar ascensores o realizar otras mejoras que aumenten el valor del inmueble.
Experiencias en otras ciudades españolas
La idea de crecer verticalmente no es nueva en España. La falta de suelo en grandes ciudades ha impulsado a otras administraciones a explorar esta vía desde hace años, convirtiéndose en un modelo de referencia para el debate valenciano.
El caso de Barcelona
En Barcelona, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ya contempla la posibilidad de añadir plantas a edificios existentes. Sin embargo, esta opción está sujeta a una condición clave: el edificio no debe haber agotado su edificabilidad máxima permitida. Si un inmueble tiene margen para construir más metros cuadrados según la normativa, puede hacerlo hacia arriba.
Empresas como Kaitek Arquitectura ya han desarrollado proyectos de sobreelevación en la ciudad condal. El arquitecto Pau Martínez, de dicha firma, explica que la práctica "está bastante regulada" pero insiste en la importancia de analizar cada caso para no saturar barrios ya densamente poblados. "Son nuevas viviendas, pero también nuevos vecinos que exigen más servicios", apunta.
La vía de las Islas Baleares
Por su parte, el Govern de Baleares aprobó el año pasado una Ley de medidas urgentes de Vivienda. Esta legislación abre la puerta a que los ayuntamientos permitan aumentar alturas en sus centros urbanos consolidados, buscando una solución a la acuciante falta de vivienda en el archipiélago.
Construcción ligera y modular
Para superar los límites de peso que pueden soportar las estructuras antiguas, muchas empresas especializadas en sobreelevación utilizan técnicas de construcción modular o industrializada. Estos métodos emplean materiales más ligeros que el hormigón y el ladrillo tradicionales, reduciendo la carga sobre los cimientos y pilares del edificio original.
Desafíos técnicos y normativos
Más allá del debate político, la implementación de una medida de este tipo enfrenta importantes obstáculos técnicos y de gestión. No todos los edificios están preparados para soportar el peso de nuevas plantas, lo que exige rigurosos estudios estructurales previos.
La viabilidad de la propuesta depende de varios factores:
- Análisis estructural: Cada edificio debería someterse a una evaluación técnica para determinar si su cimentación y estructura pueden soportar cargas adicionales.
- Normativa de seguridad: Las nuevas plantas deben cumplir con las regulaciones actuales de protección contra incendios y evacuación, lo que podría requerir la adaptación de zonas comunes como escaleras o la instalación de nuevos sistemas de seguridad.
- Acuerdo de propietarios: En la mayoría de los casos, la decisión de vender el derecho de vuelo y permitir la construcción requiere el acuerdo unánime o de una mayoría cualificada de la comunidad de propietarios, un proceso que puede ser complejo.
La normativa urbanística actual en València es muy restrictiva con la sobreelevación de viviendas, una práctica que históricamente ha sido perseguida. Por ello, la propuesta socialista requeriría un cambio profundo en el planeamiento de la ciudad para poder aplicarse de forma generalizada.
Mientras el debate continúa, la idea de mirar hacia los cielos de la ciudad como una reserva de suelo potencial sigue ganando fuerza como una de las posibles soluciones a la compleja crisis habitacional que afecta a València y a otras grandes capitales del país.





