El acceso a la vivienda en la Comunitat Valenciana se ha convertido en un desafío crítico, especialmente en València y su área metropolitana. El precio de la obra nueva se ha duplicado desde 2019 y los alquileres lideran las subidas en España, creando una tensión sin precedentes en el mercado residencial. Ante esta situación, expertos de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV proponen una revisión profunda del concepto de vivienda asequible, argumentando que el modelo actual de Vivienda de Protección Pública (VPO) es insostenible y poco eficaz.
Puntos Clave
- El precio de la vivienda nueva en València ha aumentado más del 100% desde 2019, superando los 3.700 euros por metro cuadrado.
- Expertos de la UPV critican el modelo de VPO actual, calificándolo de inviable por sus altas exigencias de calidad a precios limitados.
- Se propone flexibilizar la normativa de la vivienda asequible para aumentar la oferta y facilitar el acceso a familias con ingresos medios y bajos.
- La falta de oferta y una demanda creciente están expulsando a residentes de València y su área metropolitana.
La escalada de precios ahoga el mercado valenciano
La situación del mercado inmobiliario en València ha alcanzado un punto crítico. La combinación de una oferta escasa, tanto en venta como en alquiler, y una demanda que no deja de crecer ha provocado una subida de precios que dificulta enormemente el acceso a un hogar. Esta presión es especialmente intensa en la capital y los municipios circundantes.
Según el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), las cifras son contundentes. Desde 2019, el coste de la vivienda de obra nueva en la ciudad de València se ha duplicado, una tendencia que agrava la crisis habitacional.
Precios por metro cuadrado en la región
- València capital: Supera los 3.700 €/m².
- Zona norte de la provincia: Alcanza los 3.437 €/m².
- Corona oeste: Se sitúa en 2.981 €/m².
- Zona sur: Registra 2.521 €/m².
Municipios como El Puig, Burjassot o Godella ya presentan precios que superan los de la capital, llegando hasta los 4.500 euros por metro cuadrado.
Este encarecimiento no solo afecta a la compra, sino que también posiciona a València como una de las ciudades con mayores incrementos en el precio del alquiler a nivel nacional. Las consecuencias directas ya son visibles: familias y jóvenes se ven obligados a abandonar sus barrios por la imposibilidad de asumir los costes.
El modelo de VPO en el punto de mira
En este contexto, la Vivienda de Protección Pública (VPO) debería ser una de las principales herramientas para garantizar el acceso a un hogar. Sin embargo, su producción es insuficiente para cubrir la demanda existente. El sector inmobiliario y los expertos señalan un problema fundamental: la normativa actual.
La legislación establece unas exigencias muy altas en cuanto a calidades, materiales y características para las VPO. Si bien la intención es ofrecer viviendas de alta calidad, en la práctica esto eleva los costes de construcción a un nivel que hace inviable su desarrollo a gran escala, especialmente en un entorno de inflación y escasez de mano de obra.
El dilema de la vivienda protegida
El modelo de VPO ha buscado tradicionalmente ofrecer viviendas con estándares de calidad similares a los de la vivienda libre, pero a un precio tasado y limitado. Esta fórmula, según los expertos, crea una brecha insalvable entre el coste real de producción y el precio final de venta, desincentivando a los promotores a construir este tipo de inmuebles.
Fernando Gos-Gayón, director de la Cátedra Observatorio de la Vivienda, lo resume con una analogía clara, afirmando que con el modelo actual "se han estado vendiendo Maseratis a precio de Sköda".
"Esa disgregación entre coste y precio explica por qué la producción de vivienda protegida es tan baja", subraya Gos-Gayón.
La Cátedra insiste en que el enfoque actual no ofrece una solución escalable a la crisis. Es necesario un cambio de paradigma para que la vivienda asequible sea una alternativa real y masiva.
Una nueva definición de "vivienda asequible"
Para desbloquear la situación, los expertos proponen una redefinición completa del concepto de "vivienda asequible". El objetivo es pasar de un modelo de altas prestaciones a uno centrado en la funcionalidad, la dignidad y la replicabilidad.
La propuesta no busca competir con la vivienda de mercado libre en acabados de lujo o equipamientos, sino ofrecer soluciones habitacionales viables para quienes no pueden acceder a ella: trabajadores, estudiantes, familias jóvenes y personas con rentas medias o bajas.
Propuestas para un cambio de modelo
Para lograr este cambio, se plantean varias medidas concretas que requieren una revisión normativa:
- Flexibilizar criterios técnicos: Revisar las exigencias sobre superficies mínimas, acabados o zonas comunes para reducir costes sin sacrificar la habitabilidad.
- Apostar por la industrialización: Fomentar modelos de construcción industrializada que permiten acelerar los plazos y optimizar los recursos económicos.
- Eliminar el estigma: Asumir la vivienda social como un recurso urbano normalizado y necesario, integrado plenamente en las ciudades.
Desde el sector se insiste en que el objetivo no es construir viviendas de menor calidad, sino construir de una forma más realista y adaptada a las necesidades actuales. "Una vivienda viable no es una vivienda menor, es una vivienda posible", recalcan los expertos. Este enfoque permitiría aumentar significativamente la oferta de vivienda asequible, una medida urgente para aliviar la presión sobre el mercado residencial en la Comunitat Valenciana.





