La arquitecta María Piqueras Blasco ha presentado una solución innovadora para la escasez de vivienda en Valencia: construir nuevas residencias sobre los tejados de edificios ya existentes. Su tesis doctoral analiza el potencial de las ampliaciones verticales en el barrio del Eixample, proponiendo un modelo que podría generar nuevas viviendas y financiar la rehabilitación de inmuebles antiguos.
Este enfoque, conocido como ampliación vertical o sobreelevación, utiliza técnicas de construcción modular para añadir pisos a edificios que no han agotado su edificabilidad permitida. La propuesta está ganando relevancia en un momento en que las ciudades buscan formas sostenibles de crecer sin expandirse horizontalmente.
Puntos Clave
- Propuesta Central: Añadir nuevas viviendas en las azoteas de edificios existentes en Valencia.
- Estudio de Caso: La tesis de María Piqueras se centra en el potencial del barrio de Russafa.
- Beneficios Dobles: Genera nueva oferta de vivienda y financia la rehabilitación de los edificios originales (ascensores, eficiencia energética).
- Técnica Constructiva: Uso de estructuras modulares e industrializadas, más ligeras y rápidas de instalar.
- Contexto Político: La idea ya se debate en el Ayuntamiento de Valencia y se ha legislado en otras regiones como Baleares.
Una solución sobre nuestras cabezas
Ante el creciente problema de acceso a la vivienda en las grandes ciudades, surgen propuestas que exploran nuevas formas de optimizar el espacio urbano. Una de las más destacadas es la de la arquitecta valenciana María Piqueras Blasco, quien en su tesis doctoral de 2024 investigó las posibilidades de la ampliación vertical de edificios.
Su trabajo, de más de 470 páginas, no se enfoca en construir desde cero, sino en aprovechar los derechos de edificación no utilizados en inmuebles antiguos. La idea es simple: añadir nuevas viviendas sobre las azoteas de edificios que, por normativas pasadas, son más bajos que sus vecinos.
El potencial oculto del Eixample
Piqueras centró su investigación en el distrito del Eixample de Valencia, concretamente en la sección de Russafa. Este barrio es un claro ejemplo de cómo los cambios en los planes urbanísticos a lo largo del tiempo han creado un paisaje urbano desigual, con edificios de diferentes alturas uno al lado del otro.
La arquitecta recorrió sus calles para identificar inmuebles construidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Muchos de ellos no alcanzan la altura máxima permitida por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1988, lo que deja un valioso espacio aéreo sin aprovechar.
El problema de las medianeras
"Este fenómeno extremadamente frecuente ha dado lugar en el caso de Valencia y de muchas otras ciudades mediterráneas a una gran cantidad de medianeras producidas por la discontinuidad en altura de los edificios colindantes", señala Piqueras en su tesis. Estas paredes vistas no solo afectan la estética urbana, sino que a menudo son un síntoma del deterioro y la falta de mantenimiento del patrimonio arquitectónico.
Un modelo de regeneración urbana
La propuesta de Piqueras va más allá de simplemente construir más pisos. Se trata de un modelo de regeneración urbana integral. El concepto se basa en un acuerdo con las comunidades de propietarios de los edificios seleccionados.
Los vecinos cederían su derecho de vuelo, es decir, el derecho a construir más alturas. A cambio, los beneficios económicos obtenidos por la venta o alquiler de las nuevas viviendas se destinarían a la rehabilitación completa del inmueble original. Esto podría incluir la instalación de ascensores, la mejora de la eficiencia energética o la reparación de elementos comunes.
"Se plantea la ampliación en altura de bloques de viviendas que aún no han agotado su edificabilidad vacante. Esto genera un modelo de regeneración urbana, debido a que los vecinos de estos edificios renuncian a su derecho de vuelo a cambio de prestaciones en los elementos comunes", explica Piqueras en su investigación.
Construcción ligera y sostenible
Para que estas ampliaciones sean viables, es fundamental la técnica constructiva. Piqueras aboga por el uso de soluciones estructurales modulares e industrializadas. Estos sistemas tienen varias ventajas clave:
- Son significativamente más ligeros que la construcción tradicional, lo que evita sobrecargar las cimentaciones y estructuras existentes.
- Su fabricación en taller reduce los tiempos de obra y las molestias a los vecinos.
- Permiten un mayor control de calidad y suelen ser más sostenibles.
En su estudio de caso en Russafa, la arquitecta determinó que su propuesta era viable. "Estoy añadiendo 70 viviendas. No se trata de densificar, sino de aprovechar la densificación que había. La controversia de esto es si la ciudad ya está muy colmatada. Creo que hay mirarlo caso por caso", declaró Piqueras.
Referentes arquitectónicos internacionales
La ampliación vertical no es una idea nueva en la arquitectura. La tesis de María Piqueras recoge ejemplos de prestigio como la ampliación de la James Simon Gallery en Berlín por David Chipperfield, la del Museo Reina Sofía en Madrid por Jean Nouvel, o la remodelación de la torre de viviendas Bois-le-Prête en París, un claro ejemplo de renovación residencial.
El debate llega a la política
La idea de crecer hacia arriba está ganando terreno en el debate público y político como una respuesta a la crisis de vivienda. Algunas administraciones ya han comenzado a tomar medidas para fomentarlo.
En 2023, el gobierno de Baleares aprobó una modificación normativa que permite el crecimiento en altura en ciertas zonas urbanas, siempre respetando las alturas máximas establecidas. En Barcelona, varios despachos de arquitectura, como Kaitek, ya ofrecen servicios de "remontas" y proponen crear un catálogo de edificios aptos para esta estrategia, especialmente para generar vivienda protegida.
La situación en Valencia
En Valencia, el debate también ha llegado al ámbito municipal. El grupo socialista (PSPV-PSOE) propuso recientemente revisar la normativa para permitir elevar hasta dos alturas edificios existentes, con el objetivo de crear hasta 70.000 nuevas viviendas de protección pública.
Aunque inicialmente la propuesta fue recibida con escepticismo por el gobierno municipal de PP y Vox, finalmente se aprobó una moción. Sin embargo, esta se limita a analizar el incremento de edificabilidad para vivienda protegida en nuevas construcciones, y no en los edificios ya existentes, que es el núcleo de la propuesta de regeneración urbana.
A pesar de las complejidades técnicas y legales, la ampliación vertical se presenta como una alternativa realista y sostenible. Permite densificar la ciudad de manera controlada, mejorar el parque de viviendas existente y ofrecer nuevas soluciones habitacionales sin consumir nuevo suelo.





