Un catedrático de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha propuesto en Les Corts la expropiación de construcciones situadas en zonas de alto riesgo de inundación como medida para evitar futuras catástrofes como la DANA de octubre de 2024. Félix Ramón Francés, experto en ingeniería hidráulica, instó a revisar los planes urbanísticos antiguos y a aplicar una normativa más estricta, incluso si tiene un alto coste social y económico.
Puntos Clave
- Félix Ramón Francés, catedrático de la UPV, sugiere expropiar edificaciones en zonas de máximo riesgo de inundación.
- La propuesta se centra en áreas como el dominio público hidráulico y las zonas de flujo preferente.
- Se destaca la necesidad de revisar planes urbanísticos aprobados antes de 2003, ya que la normativa actual (Patricova) no los afecta.
- El experto también pide mejorar la cartografía de peligrosidad y los sistemas de alerta temprana para prevenir daños.
Una Propuesta Contundente para la Prevención
Durante su comparecencia en la comisión de investigación de la DANA en Les Corts, Félix Ramón Francés, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPV, defendió la necesidad de adoptar medidas drásticas en la gestión urbanística. "Igual hay que ser más rígido cueste lo que cueste, tanto social como económicamente", afirmó.
Francés explicó que el Plan de Acción Territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación (Patricova) es una herramienta útil, pero con una limitación importante: solo se aplica a los nuevos desarrollos urbanísticos informados después de 2003. Esto deja fuera a la mayoría de los planes municipales, que son anteriores a esa fecha.
Revisar el Urbanismo del Pasado
El experto subrayó que es fundamental "empezar a pensar que los planes urbanísticos ya aprobados puedan ser revisados". Según Francés, la experiencia de la DANA de 2024 obliga a reconsiderar la situación de las edificaciones existentes en las zonas más peligrosas.
"Igual sí que hay que plantearse expropiar, o no sé con qué figura, las edificaciones que están en el dominio público hidráulico, por ejemplo", aseveró el catedrático.
Esta medida no se limitaría solo a esas áreas, sino que también se extendería a las llamadas "zonas de flujo preferente". Estas son las áreas por donde el agua discurre con mayor intensidad durante una riada y donde el riesgo para las personas y los bienes es más elevado.
¿Qué es una Zona de Flujo Preferente?
La normativa define la zona de flujo preferente como aquella donde se concentra el flujo durante las avenidas o que actúa como vía de intenso desagüe. Se calcula para una avenida con un periodo de retorno de 100 años, identificando los puntos donde se pueden producir graves daños sobre personas y bienes.
La Normativa Actual y sus Carencias
La propuesta de Francés coincide con el reconocimiento del propio Gobierno de España de que la legislación urbanística vigente no fue suficiente para evitar los daños de la riada. El Ejecutivo ya ha manifestado su intención de endurecer la normativa para la implantación de ciertos usos en zonas inundables.
Actualmente, el Reglamento del Dominio Público Hidráulico restringe principalmente las construcciones en la zona de flujo preferente. Sin embargo, en terrenos con menor probabilidad de inundación (con periodos de retorno de hasta 500 años), la regulación modificada en 2016 fue más permisiva, estableciendo solo recomendaciones generales.
El Gobierno admitió que la regulación para zonas con periodos de retorno de 500 años "puede no ser suficiente en algunos casos, como ha sido la zona más afectada por la reciente DANA en la Comunidad Valenciana".
Mejoras Necesarias en Cartografía y Alertas
Además de las medidas urbanísticas, Francés señaló otras áreas de mejora críticas. Una de ellas es la cartografía de peligrosidad. Considera que, aunque no es necesario llegar al nivel de detalle del sistema nacional, que se centra en zonas urbanas, el Patricova debe ser "exhaustivo en el espacio" y cubrir todo el territorio valenciano.
"Se hizo una cartografía muy simplificada a finales del siglo pasado con una actualización en 2014, pero ahora se puede hacer bastante mejor", indicó. Una cartografía más precisa permitiría tomar decisiones más acertadas en la planificación territorial.
El Proyecto Paralizado del Barranco del Poyo
Al ser preguntado por el proyecto de encauzamiento del barranco del Poyo, que no se había ejecutado, Francés recordó que participó en su diseño en 2006. Dicho proyecto ya incluía "soluciones basadas en la naturaleza", como corredores verdes y zonas de sacrificio, además de obras tradicionales.
El catedrático atribuyó la paralización del proyecto a la crisis económica, que provocó un recorte de "dos tercios en las inversiones" de la Dirección General de Aguas. También mencionó que la Ley de la Huerta de 2018 pudo suponer "dificultades" administrativas que retrasaron aún más su ejecución. En su opinión, el proyecto "hubiera reducido los daños", aunque no habría "impedido las víctimas", algo que se logra "con información y con educación".
La Gestión de la Emergencia
El experto también analizó la gestión de la DANA del 29 de octubre. Calificó las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como "adecuadas", pero vio margen de mejora. "Todos pudieron haber mejorado lo que se hizo", afirmó.
Francés propuso una mejora clave para la Aemet:
- Crear un nuevo nivel de alerta: Sugirió añadir un nivel superior al rojo para diferenciar entre lluvias de 180 mm y fenómenos extremos de 300 o 600 mm. "En la Comunitat Valenciana hace falta un nivel más", sentenció.
- Comunicar la incertidumbre: Considera que la agencia debería transmitir mejor la incertidumbre asociada a sus predicciones.
En cuanto a la gestión de emergencias, señaló que la Generalitat tenía la competencia de vigilancia de los barrancos. Aunque sabía que existía "un protocolo muy rígido", considera que "la gestión de la información claramente fue mejorable". También criticó el estado de los planes de emergencia municipales, calificándolos de "bastante tristes".





