Un análisis detallado de la gestión de la reciente DANA en la Comunitat Valenciana revela importantes fallos de coordinación y comunicación durante las horas críticas del temporal. La crónica del periodista Sergi Pitarch, titulada 'Las horas del caos', reconstruye una jornada marcada por la improvisación y decisiones tardías que tuvieron consecuencias devastadoras, entre ellas, el fallecimiento de cinco personas usuarias del servicio de teleasistencia de la Diputación de Valencia.
Puntos Clave
- La gestión de la emergencia durante la DANA estuvo marcada por una grave falta de coordinación entre administraciones.
- Cinco usuarios del servicio de teleasistencia de la Diputación de Valencia fallecieron, evidenciando fallos en la protección de los más vulnerables.
- El periodista Sergi Pitarch detalla en su crónica 'Las horas del caos' el colapso en el centro de coordinación de emergencias (CECOPI).
- Como respuesta a la catástrofe, se han aprobado proyectos de infraestructura clave, como el desvío del barranco de La Saleta, para prevenir futuras inundaciones.
'Las horas del caos': Una reconstrucción de la tragedia
La crónica del periodista Sergi Pitarch ofrece una visión interna de la gestión de la emergencia durante la DANA que azotó la Comunitat Valenciana. Su trabajo expone cómo la falta de previsión y la descoordinación dominaron la respuesta institucional en los momentos más críticos del temporal.
Según la investigación, el Centro de Coordinación de Emergencias (CECOPI) se vio superado por la magnitud del evento. Las comunicaciones entre los diferentes organismos de emergencia eran deficientes, lo que provocó retrasos en la toma de decisiones vitales y en la movilización de recursos sobre el terreno.
¿Qué es el CECOPI?
El Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) es el órgano encargado de dirigir y coordinar las actuaciones de los diferentes servicios de emergencia (bomberos, policía, sanitarios, protección civil) ante una catástrofe. Su correcto funcionamiento es esencial para una respuesta eficaz.
Pitarch describe un ambiente de confusión donde las órdenes eran contradictorias y la información no fluía de manera adecuada. Esta situación impidió que se activaran a tiempo los protocolos necesarios para proteger a la población, especialmente en las zonas de mayor riesgo de inundación.
El relato pone de manifiesto que, a pesar de las alertas meteorológicas previas, la respuesta no estuvo a la altura de la gravedad de la situación. La crónica se convierte así en un documento fundamental para entender los errores cometidos y exigir responsabilidades.
El drama de los más vulnerables: Cinco fallecidos en teleasistencia
Una de las consecuencias más trágicas de la gestión deficiente fue el fallecimiento de cinco personas mayores, todas ellas usuarias del servicio de teleasistencia gestionado por la Diputación de Valencia. Estas muertes ponen el foco en la desprotección que sufrieron los colectivos más frágiles durante la emergencia.
El servicio de teleasistencia está diseñado para proporcionar seguridad y atención inmediata a personas mayores o con dependencia que viven solas. Sin embargo, durante la DANA, el sistema no pudo garantizar su protección. La falta de un plan de evacuación específico para estos usuarios y los problemas de comunicación dejaron a estas personas aisladas y sin ayuda.
Un servicio vital en riesgo
El servicio de teleasistencia de la Diputación atiende a miles de personas en la provincia de Valencia. La tragedia ha abierto un debate sobre la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de actuación de este servicio en situaciones de emergencia extrema.
Las familias de las víctimas y diversas organizaciones sociales han pedido una investigación exhaustiva para esclarecer por qué no se contactó o evacuó a estos usuarios a tiempo. Este suceso ha generado una profunda conmoción y ha puesto en duda la capacidad de las administraciones para cuidar de sus ciudadanos más vulnerables en momentos de crisis.
"La muerte de estas cinco personas no fue una fatalidad inevitable, sino el resultado de una cadena de errores en la gestión que deben ser corregidos para que no vuelvan a repetirse", señala un representante de una asociación de defensa de la tercera edad.
La respuesta institucional y las críticas a la gestión
Tras la publicación de los detalles sobre la caótica gestión, las críticas no se han hecho esperar. Partidos de la oposición y colectivos ciudadanos han exigido explicaciones a los responsables políticos, tanto en la Generalitat como en la Diputación de Valencia. La controversia se centra en la aparente improvisación y la falta de liderazgo durante la crisis.
Se cuestiona por qué no se tomaron medidas más drásticas con antelación, como la suspensión de clases o el cierre de carreteras en zonas de riesgo, a pesar de que los modelos de predicción meteorológica advertían de la intensidad del fenómeno. La percepción general es que se subestimó el peligro, lo que contribuyó al caos posterior.
Las administraciones implicadas han defendido su actuación, aludiendo a la naturaleza "excepcional e imprevisible" de la DANA. Sin embargo, los expertos insisten en que, si bien la magnitud fue histórica, los protocolos de emergencia deberían estar preparados para los peores escenarios posibles.
Lecciones para el futuro: El desvío del barranco de La Saleta
Como consecuencia directa de las inundaciones catastróficas, las administraciones han acelerado la puesta en marcha de proyectos de infraestructura destinados a mitigar el riesgo de futuras riadas. Uno de los más importantes es la aprobación de las obras del desvío del barranco de La Saleta.
Este proyecto, demandado históricamente por los municipios de la zona, busca canalizar el agua de las lluvias torrenciales para evitar que se desborde e inunde núcleos urbanos como Aldaia. La DANA evidenció la urgencia de esta y otras actuaciones similares en puntos críticos de la geografía valenciana.
Infraestructuras clave para la prevención
La tragedia ha servido como un duro recordatorio de la importancia de la inversión en infraestructuras de prevención. Los expertos en gestión de emergencias y cambio climático coinciden en que estos fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más frecuentes y virulentos.
La planificación urbana y la adaptación del territorio son fundamentales para reducir la vulnerabilidad. Proyectos como el de La Saleta son un paso en la dirección correcta, pero se necesita un plan integral que aborde todos los barrancos y zonas inundables de la comunidad. La DANA ha dejado una lección clara: la prevención no es un gasto, sino una inversión esencial para proteger vidas y bienes.





