El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha las obras para rehabilitar el refugio de la Guerra Civil en Massarrojos, cerrado hace dos años por graves problemas de seguridad. El proyecto, que comenzará con la renovación completa del sistema de iluminación, busca solucionar los daños causados por la humedad y permitir su reapertura al público.
Puntos Clave
- El refugio de Massarrojos, cerrado hace dos años por deficiencias estructurales, inicia su proceso de rehabilitación.
- La primera fase se centrará en renovar la iluminación con materiales resistentes a la corrosión, con un coste de 69.322 euros.
- La humedad constante, debido a su ubicación y profundidad, es la causa principal de los daños en la estructura y las instalaciones.
- Se planea una segunda fase para reparar la bóveda de acceso y asegurar la estructura antes de su reapertura, prevista para finales del próximo año.
Un cierre obligado por la seguridad
Hace aproximadamente dos años, las autoridades municipales tomaron la decisión de cerrar el acceso al refugio de Massarrojos. La medida se adoptó tras detectar deficiencias significativas que comprometían la seguridad de los visitantes. El principal culpable de esta situación es la humedad persistente que domina el interior de la estructura subterránea.
El problema más grave se manifestó en el sistema de iluminación. La corrosión, provocada por la humedad, causó fallos continuos hasta llegar a un apagón total, afectando incluso a las luces de emergencia. Esta situación hizo inviable mantener el espacio abierto al público.
Un refugio único excavado en tierra
A diferencia de la mayoría de los refugios de València, construidos con hormigón armado, el de Massarrojos destaca por su método de construcción. Fue excavado directamente en la tierra, lo que le confiere unas características únicas pero también lo hace más vulnerable a las filtraciones y la humedad del subsuelo.
La primera fase: renovar la iluminación
Tras realizar diversos estudios técnicos, el Ayuntamiento ha determinado que la solución pasa por una renovación integral del sistema eléctrico. Para ello, se ha contratado a empresas especializadas en la iluminación de espacios subterráneos, como las que trabajan en las Coves de Sant Josep de la Vall d'Uixó.
El plan consiste en utilizar materiales que puedan soportar las condiciones extremas de humedad. La nueva instalación se basará en componentes de acero inoxidable, fibra de vidrio y PVC, todos ellos altamente resistentes a la corrosión. Esta primera fase de las obras tiene un presupuesto asignado de 69.322 euros más IVA.
Coste asumido por el consistorio
El coste total de esta primera intervención deberá ser asumido íntegramente por el Ayuntamiento de València. El periodo de garantía de la obra de rehabilitación original, finalizada a finales de 2020, ya ha expirado, por lo que el municipio debe financiar las nuevas reparaciones.
El objetivo es crear un sistema de iluminación duradero y seguro que garantice la visibilidad en los 125 metros de pasillo que conforman el refugio, permitiendo a los futuros visitantes recorrerlo sin riesgos.
Problemas estructurales y soluciones futuras
Una vez resuelto el problema de la iluminación, la Concejalía de Cultura abordará los demás daños estructurales. La misma humedad que afectó al sistema eléctrico también ha provocado el desprendimiento de baldosines en la bóveda de acceso al refugio.
Para solucionar este problema, se necesitará un segundo contrato. La intervención prevista incluye la reparación de la cubierta y la instalación de una red tensada. Esta malla actuará como medida de seguridad adicional para prevenir la caída de cualquier material en el futuro, garantizando la integridad de los visitantes.
Un cronograma condicionado
La intención del Ayuntamiento es reabrir el refugio antes de que finalice el próximo año. Sin embargo, desde la concejalía se advierte que los plazos dependen de varios factores. La disponibilidad presupuestaria para la segunda fase y los trámites administrativos para adjudicar el nuevo contrato serán determinantes para cumplir con el calendario previsto.
Un vestigio histórico bajo tierra
El refugio de Massarrojos no es solo una estructura subterránea, sino una pieza clave de la memoria histórica de la ciudad. Su construcción se inició el 21 de mayo de 1938 y finalizó el 23 de marzo de 1939, en las últimas semanas de la Guerra Civil Española. Su propósito era proteger a los aproximadamente 700 habitantes que tenía la pedanía en aquella época de los bombardeos aéreos.
El refugio fue diseñado para albergar a 230 personas sentadas, con una superficie útil de 297 metros cuadrados. Es el único refugio de estas características que se conserva en una de las pedanías de València.
Técnicamente, la estructura consiste en un largo pasillo de 125 metros de longitud y 2 metros de ancho, situado a una profundidad media de 10 metros bajo tierra. Cuenta con dos accesos, uno en la plaza del Soñador y otro en la calle Benet Bosch. En su interior, un banco corrido recorre las paredes, que presentan un característico color rojizo debido a la arena utilizada en su revestimiento.
La obra nunca llegó a completarse en su totalidad, y con el fin de la guerra, sus accesos fueron tapiados y quedó oculto durante décadas. Su rehabilitación y reapertura permitirán recuperar un espacio de gran valor patrimonial y educativo para la ciudad.





