Los municipios de Real y Montroy vuelven a estar conectados tras la finalización de las obras de la nueva pasarela ciclo-peatonal sobre el río Magro. La infraestructura, que ha supuesto una inversión de 4,3 millones de euros por parte de la Generalitat, se ha reabierto este viernes, devolviendo una vía de comunicación esencial para los vecinos que fue destruida por unas graves inundaciones.
Puntos Clave
- Se reabre la pasarela que une Real y Montroy, clave para la movilidad diaria entre ambos municipios.
- La nueva estructura está diseñada para ser más resistente y segura frente a futuras crecidas del río Magro.
- La Generalitat Valenciana ha invertido un total de 4,3 millones de euros en la reconstrucción.
- La pasarela tiene 150 metros de longitud y 4 metros de ancho, mejorando la conexión para peatones y ciclistas.
Una Conexión Vital Restaurada
La normalidad regresa poco a poco para los habitantes de Real y Montroy. La reapertura de la pasarela sobre el río Magro pone fin a un largo periodo de aislamiento parcial entre estas dos localidades vecinas, cuya comunicación diaria dependía en gran medida de esta infraestructura.
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, visitó la nueva construcción para oficializar su puesta en servicio. Estuvo acompañado por los alcaldes de los municipios beneficiados, Gerardo López de Real y Manuel Blanco de Montroy, quienes celebraron la finalización del proyecto.
"Esta actuación no solo restablece una conexión esencial, sino que ofrece una solución más segura y duradera ante episodios de lluvias intensas", declaró el conseller Martínez Mus durante la visita.
La pasarela es fundamental para la cohesión de ambas comunidades, que comparten servicios públicos y mantienen estrechos lazos sociales y familiares. Su ausencia ha dificultado durante meses los desplazamientos cotidianos de cientos de personas.
Un Vínculo Comunitario
Real y Montroy son dos municipios muy próximos en la comarca de la Ribera Alta. La pasarela sobre el Magro no es solo una infraestructura, sino un punto de encuentro y un camino habitual para que los vecinos accedan a servicios compartidos, centros educativos o simplemente visiten a familiares y amigos al otro lado del río.
Diseño a Prueba de Riadas
La lección aprendida de las inundaciones que destruyeron la estructura anterior ha sido el eje central del nuevo diseño. La seguridad y la resiliencia han sido las máximas prioridades para evitar que un evento similar vuelva a dejar incomunicados a los municipios.
La nueva pasarela, de 150 metros de longitud y 4 metros de ancho, se asienta sobre cimentaciones profundas. Se han utilizado micropilotes para anclar la estructura firmemente al terreno, garantizando su estabilidad incluso con fuertes corrientes de agua.
Datos Técnicos de la Nueva Infraestructura
- Inversión total: 4,3 millones de euros.
- Longitud: 150 metros.
- Ancho: 4 metros.
- Cimentación: Profunda, mediante micropilotes.
- Estructura: Menos pilares en el cauce para facilitar el paso del agua.
Mejoras para la Seguridad Fluvial
Una de las modificaciones más importantes ha sido la reducción del número de pilas o pilares dentro del cauce del río. Al tener menos obstáculos, el agua puede fluir con mayor libertad durante una crecida, disminuyendo la presión sobre la estructura y el riesgo de colapso.
Además, se han ampliado las luces centrales, es decir, la distancia entre los apoyos, lo que mejora significativamente la capacidad de desagüe del río en caso de avenidas. Estas medidas de ingeniería buscan anticiparse a los efectos de fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes.
Obras Complementarias y Acabados
El proyecto no se ha limitado únicamente a la construcción del puente. La intervención ha sido integral para asegurar toda la zona circundante. Se han ejecutado importantes trabajos de protección en los taludes y en el fondo del cauce del río utilizando escollera.
Estas protecciones se han extendido no solo a la zona de la pasarela, sino también a las inmediaciones del puente viario de la carretera CV-50, reforzando así un punto crítico para las comunicaciones de la comarca.
La fase final de la obra ha incluido la ejecución del tablero de hormigón armado, sobre el que ahora transitan peatones y ciclistas. También se ha completado la instalación de barandillas de seguridad y un sistema de alumbrado para permitir su uso durante la noche. Finalmente, se ha procedido a la urbanización de los accesos en ambos extremos para integrarla plenamente en el entorno urbano de Real y Montroy.
Con esta actuación, coordinada por la Conselleria en colaboración con los ayuntamientos, se recupera una pieza clave de la movilidad local y se dota a la zona de una infraestructura preparada para los desafíos del futuro.





