La comarca del Camp de Túria, uno de los motores industriales y logísticos de la Comunitat Valenciana, ha puesto sobre la mesa una serie de reivindicaciones urgentes en materia de infraestructuras para evitar el colapso y seguir creciendo. El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha señalado la necesidad de desdoblar la autovía A-7 y construir una nueva vía similar a la R-3 de Madrid para descongestionar el tráfico en el área metropolitana de Valencia.
Durante el Foro Más que Empresas, celebrado en Riba-roja, Raga destacó que la movilidad es el principal reto que enfrenta la comarca. Con áreas industriales especializadas en logística y transporte, las congestiones diarias en vías clave como la CV-35 y el bypass de Valencia (A-7) suponen un freno para la competitividad y el desarrollo económico de la zona.
Puntos Clave
- Desdoblamiento de la A-7: Se considera una medida crítica para acabar con los colapsos diarios en el bypass de Valencia.
- Creación de una "R-3 valenciana": Propuesta de una nueva autovía para desdoblar la A-3, inspirada en las radiales de Madrid.
- Mejora del tren de cercanías: Petición de inversión en la línea C3 de Adif para mejorar el transporte de trabajadores y mercancías.
- Potencial industrial: La comarca se define como un enclave estratégico por su ubicación y la combinación de zonas residenciales e industriales.
El colapso de la movilidad, un freno al potencial industrial
El Camp de Túria se ha consolidado como un polo logístico fundamental en la segunda corona metropolitana de Valencia. Su posición estratégica, junto a importantes pulmones verdes como el Parque Natural del Túria y la Calderona, le confiere un carácter único. "Somos residenciales y somos industriales", afirmó Robert Raga, subrayando el doble perfil de la comarca.
Sin embargo, este crecimiento ha traído consigo un desafío mayúsculo: la saturación de sus principales arterias de comunicación. Las áreas industriales de Riba-roja, que albergan a un gran número de empresas de transporte y logística, dependen directamente de una red viaria fluida. Los atascos en la A-7 y la CV-35 no solo afectan a los trabajadores, sino que también ralentizan el movimiento de mercancías, un factor crítico para el sector.
Un motor económico dependiente de sus carreteras
Las áreas industriales del Camp de Túria, y en especial las de Riba-roja, son un nodo logístico clave para la distribución de mercancías en el arco mediterráneo. La eficiencia de sus accesos por carretera es vital para mantener la competitividad de las cientos de empresas que operan en la zona.
Para mitigar la situación, desde el consistorio de Riba-roja se han implementado soluciones locales como autobuses lanzadera gratuitos desde el casco urbano, que complementan el servicio existente desde Valencia. A pesar de contar con dos líneas de metro, la frecuencia de paso sigue siendo un punto a mejorar para que se convierta en una alternativa real para miles de empleados.
Las grandes obras reclamadas: A-7 y una "R-3 valenciana"
La propuesta más ambiciosa lanzada por el alcalde de Riba-roja es la creación de una "R-3 valenciana". Esta infraestructura sería un desdoblamiento de la autovía A-3, similar a las carreteras radiales de Madrid, diseñada para ofrecer una alternativa al tráfico que actualmente satura el corredor hacia la capital.
Junto a esta nueva vía, se insiste en la necesidad de mejorar y desdoblar la A-7. El bypass de Valencia soporta una densidad de tráfico muy elevada durante todo el día, lo que provoca retenciones constantes que impactan directamente en la actividad económica.
"Lo que tenemos que hacer las administraciones, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España, es planificar e invertir el dinero necesario para superar esta cuestión que es estratégica de futuro", defendió Raga.
Estas peticiones buscan una planificación a largo plazo que garantice la sostenibilidad del crecimiento industrial de la comarca y de toda el área metropolitana. La inversión en estas grandes infraestructuras es vista como un paso indispensable para asegurar el futuro económico de la región.
Proyectos ya en marcha
Para aliviar la presión del tráfico a corto plazo, ya hay proyectos en desarrollo. El área industrial de Riba-roja contará con un nuevo acceso a la A-3 desde el polígono de Masía de Baló. Además, la Diputació de València licitará próximamente la construcción de una nueva glorieta en la CV-374, a la altura de la urbanización La Reva, para mejorar la movilidad de los residentes.
La apuesta por el ferrocarril y la colaboración
Además de las carreteras, el transporte ferroviario es otra de las grandes asignaturas pendientes. Raga reclamó una inversión decidida en la línea C3 de Cercanías, gestionada por Adif. La mejora de esta línea es fundamental no solo para facilitar el desplazamiento de los trabajadores, sino también para potenciar el transporte de mercancías por tren, una alternativa más sostenible y eficiente.
El alcalde también puso en valor la importancia de la colaboración público-privada. Como ejemplo, mencionó la respuesta coordinada entre ayuntamientos y empresas tras la DANA del 29 de octubre de 2024, que permitió acelerar la recuperación de la normalidad. "Tenemos que trabajar conjuntamente para superar los retos que tenemos por delante", afirmó.
En esta línea, reivindicó un mayor apoyo del gobierno autonómico a las mancomunidades, entidades que considera clave para la gestión comarcal. "Reivindicamos que desde el gobierno valenciano vuelvan a creer e invertir en las mancomunidades", añadió. Para guiar su futuro, Riba-roja ya cuenta con una hoja de ruta a veinte años para sus áreas industriales, elaborada en colaboración con la Universitat Politècnica de València, demostrando su apuesta por una planificación estratégica a largo plazo.





