El Ayuntamiento de València se encuentra en el centro de una considerable controversia tras autorizar el uso de un espacio juvenil municipal para una ponencia del comunicador Vito Quiles. La decisión, gestionada por la concejalía de Juventud dirigida por Vox, ha provocado una fuerte reacción por parte de la oposición y de organizaciones juveniles, que denuncian la promoción de discursos de odio en instalaciones públicas.
Puntos Clave
- El Ayuntamiento de València autorizó una charla de Vito Quiles en el Espai Jove Campoamor.
- La solicitud fue tramitada por un sindicato estudiantil afín a Nuevas Generaciones del PP.
- El Consell de la Joventut de València y el PSPV-PSOE han rechazado públicamente el evento.
- La concejalía de Juventud, gestionada por Vox, argumenta que negar el espacio constituiría censura.
Una solicitud que ocultaba al ponente
La controversia se originó con una solicitud presentada el pasado 13 de octubre por la asociación Unió d'Estudiants Valencians. Este sindicato estudiantil, descrito como próximo a las Nuevas Generaciones del Partido Popular, solicitó el uso del salón de actos del Espai Jove Campoamor para organizar una charla sobre periodismo.
Como miembro del Consell de la Joventut de València (CJV), la asociación obtuvo un certificado que acreditaba su pertenencia, un paso necesario para acceder a la reducción de tasas en el uso de espacios municipales. Sin embargo, según ha aclarado el propio CJV, en dicha solicitud no se especificaba la identidad del ponente.
La petición final fue presentada directamente a la concejalía de Juventud, liderada por Mónica Gil (Vox), que procedió a autorizar la reserva de la sala para la tarde del 27 de octubre. Solo más tarde se conoció que el invitado principal era Vito Quiles, una figura conocida por sus polémicas públicas y su vinculación con la ultraderecha.
Fuerte rechazo político y social
La noticia de la autorización municipal desató una oleada de críticas inmediatas. El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Borja Sanjuán, calificó la decisión como una "vergüenza institucional". Sanjuán criticó duramente que el consistorio abra sus puertas a personas que, según él, se dedican a "difundir bulos" y "sembrar odio y mentiras".
"Catalá abre las puertas de los espacios municipales a quienes se dedican a sembrar odio y mentiras, y una vez más las universidades públicas valencianas demuestran más responsabilidad que las administraciones gobernadas por el Partido Popular", declaró Sanjuán.
El portavoz socialista contrapuso la actuación del Ayuntamiento con la de la Universitat de València, que previamente había negado sus instalaciones a Quiles. Desde el Partido Popular se han desmarcado de la decisión, señalando que la concejalía de Juventud es competencia de sus socios de gobierno, Vox.
La postura del Consell de la Joventut
El Consell de la Joventut de València (CJV) emitió un comunicado contundente para manifestar su "más absoluto rechazo a las consignas antidemocráticas lanzadas por Vito Quiles, y la simbología fascista desplegada por los asistentes a sus convocatorias". La organización juvenil subrayó que su papel se limitó a certificar que la Unió d'Estudiants Valencians era una entidad miembro, pero que la responsabilidad de la autorización recae exclusivamente en el Ayuntamiento.
La defensa de Vox: "Negarla sería censura"
Frente a las críticas, el grupo municipal de Vox, encabezado en este asunto por el concejal José Gosalbez, ha defendido la legalidad del procedimiento. Fuentes del partido han puntualizado que se siguió el mismo protocolo que con cualquier otra solicitud presentada por una asociación registrada.
Según su argumentación, una vez que la documentación presentada es correcta, "negarla o cancelarla sería censura". Esta postura insiste en que la administración no debe juzgar el contenido de los actos organizados por las asociaciones, sino limitarse a aplicar la normativa sobre el uso de espacios públicos.
La Unió d'Estudiants Valencians, organizadora del evento, se ha consolidado como la segunda fuerza en las últimas elecciones estudiantiles de la Universitat de València, con un notable apoyo en facultades como Economía y Derecho.
Un debate sobre los límites de la libertad de expresión
El incidente ha reabierto el debate sobre el uso de los espacios públicos y los límites de la libertad de expresión. Mientras unos defienden la neutralidad administrativa, otros argumentan que las instituciones tienen la responsabilidad de no ceder espacios a discursos que puedan fomentar el odio o la desinformación.
El comunicado del CJV resume esta última postura al afirmar que "los espacios de juventud no pueden convertirse en escenarios de confrontación o provocación". La organización defiende el debate y el pensamiento libre, pero siempre "dentro de un marco de respeto, convivencia pacífica y construcción en comunidad".
La celebración de la charla ha transcurrido en medio de una notable tensión política, evidenciando las profundas divisiones ideológicas en el seno del gobierno municipal y en la sociedad valenciana en general. El evento pone de manifiesto la creciente polarización y el desafío que supone para las instituciones gestionar la convivencia entre posturas antagónicas.





