Un equipo de arqueólogos ha descubierto un tramo de la muralla fundacional de Valencia del siglo II a.C. en pleno centro de la ciudad, un hallazgo que obliga a redibujar el mapa de la antigua Valentia. Los restos, localizados en la calle Avellanas, revelan que la ciudad romana era más grande de lo que se pensaba hasta ahora.
La excavación, dirigida por la arqueóloga Marisa Serrano, sacó a la luz un segmento de más de siete metros de la fortificación original durante los trabajos previos a la reforma de un local comercial. Este descubrimiento no solo aporta nueva información sobre el urbanismo de la época, sino que también se conservará para que el público pueda visitarlo en el futuro.
Puntos Clave
- Se ha encontrado un tramo de 7,3 metros de la muralla romana del siglo II a.C.
- El hallazgo amplía el límite este de la Valentia fundacional en 21 metros.
- La muralla, de casi tres metros de ancho, presenta una construcción monumental.
- Los restos arqueológicos se integrarán y serán visibles en una nueva tienda.
Un descubrimiento bajo el suelo de Ciutat Vella
El hallazgo se produjo en septiembre de 2023 en el sótano de un inmueble situado en el número 22 de la calle Avellanas. El equipo de la empresa Semarq, liderado por Marisa Serrano, realizaba una intervención arqueológica rutinaria antes del inicio de unas obras cuando, a solo medio metro de profundidad, se toparon con una imponente estructura de sillares de piedra.
Tras meses de estudio y restauración, los expertos confirmaron que se trataba de un lienzo de la primera muralla que tuvo la ciudad, datada en la época republicana. "Hemos localizado 7,30 metros del cierre de la muralla de época romana fundacional", explicó Serrano. Este tramo se encuentra 21 metros más al este del trazado hipotético que manejaban los historiadores, lo que implica una revisión de la superficie original de la urbe.
Las tres murallas romanas de Valencia
La ciudad de Valentia contó con tres recintos defensivos durante el periodo romano:
- Muralla Republicana (siglos II-I a.C.): La primera y más antigua, a la que pertenecen los restos recién encontrados.
- Muralla Imperial (siglos I-II d.C.): Construida durante la época de mayor esplendor de la ciudad, cuando se levantaron el circo y las termas.
- Muralla Tardorromana (siglos III-V d.C.): Una fortificación más modesta que se adaptó a las necesidades de un periodo de inestabilidad.
La monumentalidad de la primera defensa
La estructura descubierta destaca por sus dimensiones y su técnica constructiva. Se trata de un muro de casi tres metros de ancho edificado con el método opus quadratum, que emplea grandes bloques de piedra tallada. Los sillares, de arenisca procedente de canteras de Godella y Rocafort, miden hasta 1,5 metros de largo.
"Es la primera vez que se localiza esta cimentación tan monumental de la muralla romana", afirmó la arqueóloga Marisa Serrano, destacando la importancia del hallazgo.
Algunos de los bloques presentan un acabado almohadillado en sus caras exteriores. Este detalle ornamental sugiere que la muralla no solo tenía una función defensiva, sino que también fue concebida como una obra de prestigio para mostrar el poder de la recién fundada colonia romana.
Los trabajos arqueológicos han permitido documentar que, antes de levantar el muro, se construyó un antemuro y se niveló el terreno con plataformas de grava, lo que demuestra una planificación urbanística muy cuidada desde los inicios de la ciudad.
Datos del Hallazgo
- Longitud: 7,3 metros
- Anchura: Casi 3 metros
- Material: Sillares de piedra arenisca
- Técnica: Opus quadratum
- Datación: Siglo II a.C. (época republicana)
De muralla a cimiento de nuevos edificios
La historia de este tramo de muralla no terminó con su función defensiva. Los estudios indican que fue destruida parcialmente durante la época imperial, entre los siglos I y II d.C. En su lugar se abrió un paso o puerta y se construyó una calzada con una cloaca central que conectaría el circo romano con la parte oeste de la ciudad.
Posteriormente, parte de la estructura que quedó en pie fue reutilizada como muro de cierre para un gran edificio que se adosó a ella por el exterior. Los arqueólogos han podido documentar varias estancias de esta construcción posterior, cuyos restos también son visibles en la cripta arqueológica del cercano Palacio del Almirante.
Este ciclo de destrucción y reutilización es común en la historia de Valencia y ofrece pistas valiosas sobre la evolución de la ciudad. La Valentia republicana fue arrasada en el año 75 a.C. durante las guerras sertorianas, un conflicto civil romano que tuvo en la ciudad uno de sus escenarios clave. No fue hasta casi un siglo después, ya en época imperial, cuando la ciudad fue refundada y comenzó su periodo de mayor auge.
Un nuevo tesoro visitable
Tras su estudio y consolidación, los restos de la muralla no volverán a ocultarse. El proyecto de la nueva tienda de muebles de diseño que ocupará el local contempla la integración completa del hallazgo arqueológico. De este modo, el muro del siglo II a.C. quedará expuesto y podrá ser visitado por el público, convirtiéndose en un atractivo cultural más de la ciudad.
Valencia suma así un nuevo espacio donde su pasado romano aflora en el presente. Se une a otros lugares como la cripta de San Vicente, el museo de la Almoina o los restos conservados en hornos, bajos comerciales y sedes universitarias, que permiten a ciudadanos y turistas asomarse a los cimientos sobre los que se construyó la ciudad.





