A solo una semana del concierto inaugural de la temporada de abono 2025/2026, el Palau de la Música de València enfrenta una gran incertidumbre. La reapertura de su sala principal, la Sala Iturbi, no está garantizada debido a las reparaciones de emergencia en su techo, tras un desprendimiento ocurrido el pasado mes de julio.
Fuentes del Ayuntamiento de València confirman que los trabajos avanzan a buen ritmo, pero admiten que no existe una certeza absoluta de que la sala esté lista a tiempo. Esta situación ha obligado a la dirección del auditorio a preparar un plan alternativo para evitar cancelaciones.
Puntos Clave
- La Sala Iturbi del Palau de la Música podría no reabrir a tiempo para el inicio de la temporada de conciertos.
- Los trabajos de reparación se deben a un desprendimiento parcial del techo de madera ocurrido en julio.
- El Ayuntamiento confirma que se han hecho "prerreservas" en otros espacios como plan de contingencia.
- Se contempla una posible sustitución completa del techo a futuro, ya que no se incluyó en la reforma integral anterior.
Una carrera contrarreloj para la apertura
El primer concierto de abono de la nueva temporada está programado para la próxima semana, pero los operarios continúan trabajando intensamente en la Sala Iturbi. El objetivo es reparar la sección del techo de madera que se desprendió y, fundamentalmente, asegurar el resto de la estructura para garantizar la total seguridad del público y los músicos.
A pesar del ritmo acelerado de las obras, la confirmación oficial de la reapertura todavía no ha llegado. El concejal responsable, José Luis Moreno, ha expresado cautela sobre los plazos definitivos.
"Es posible que sí llegue, pero también puede ser que nos retrasemos algunos días o más", reconoció Moreno, subrayando la complejidad de la situación.
Fuentes oficiales del consistorio han señalado a este medio que "se va a buen ritmo", pero la falta de una confirmación definitiva mantiene en vilo tanto a la organización como a los abonados.
El origen del problema: un desprendimiento inesperado
El incidente que ha provocado esta situación crítica tuvo lugar a finales de julio. Durante unas tareas de limpieza rutinarias en el camaranchón de madera que conforma el icónico techo de la sala, una parte de la estructura se desprendió. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales al no haber actividad en la sala en ese momento.
Una reforma que no incluyó el techo
La Sala Iturbi reabrió sus puertas hace relativamente poco tiempo, tras permanecer cerrada durante más de cuatro años para una reforma integral. Sin embargo, en el amplio listado de actuaciones llevadas a cabo durante la pasada legislatura, no se incluyó una intervención sobre el techo de madera, un elemento clave de la acústica y estética del auditorio.
El concejal Moreno ha planteado dudas sobre por qué no se actuó antes. "Ahora hay que ver hasta qué punto ese desprendimiento podía haber sido más o menos peligroso o si, en caso de que no se hubiera tocado, no hubiera pasado nada; o incluso si tendría que haberse cambiado en la primera fase de la reforma", comentó.
Soluciones técnicas y la seguridad a largo plazo
La intervención actual no solo se centra en reparar la zona afectada. Los técnicos deben emitir un informe exhaustivo que certifique la seguridad completa de la sala. Este documento también deberá proponer un plan de actuación a futuro para evitar que incidentes similares vuelvan a ocurrir.
Medidas inmediatas y revisiones periódicas
Inicialmente se valoró una solución temporal, como la instalación de una tela asfáltica, para realizar una intervención mayor más adelante. Sin embargo, se ha optado por una solución más robusta. Actualmente, se está asegurando el techo con enganches especiales que conectan la estructura de madera con el techo real del edificio, proporcionando una sujeción adicional.
Para garantizar la seguridad continua, el Ayuntamiento planea implementar un control periódico de la estructura cada dos o tres meses, permitiendo una supervisión constante de su estado.
No obstante, la posibilidad de una sustitución completa del camaranchón sigue sobre la mesa. "En un futuro quizás haya que hacer un cambio de todo el camaranchón, porque no se hizo en la reforma integral del edificio. [...] La posibilidad de que se tenga que cambiar en un futuro existe", admitió Moreno.
El Plan B para salvar la programación
Ante la posibilidad real de un retraso, la dirección del Palau de la Música ha actuado con previsión para no perjudicar al público. Se ha activado un plan de contingencia que asegura la celebración de los conciertos programados, aunque sea fuera de su sede habitual.
Desde el auditorio municipal se ha confirmado que ya se han realizado "prerreservas en otros espacios" para trasladar la programación en caso de que la Sala Iturbi no esté operativa. De hecho, algunos conciertos previos al inicio de la temporada ya fueron reubicados en Les Arts para evitar su cancelación.
Este plan alternativo cubre, en principio, las tres primeras semanas de la programación. Si el cierre se prolongara más allá de ese periodo, "habría que buscar más espacio", aunque la prioridad es poder volver a la normalidad en la Sala Iturbi lo antes posible.





