Las calles de Valencia se convirtieron en un clamor unánime este fin de semana. Más de 50.000 personas marcharon para exigir responsabilidades políticas al gobierno de Carlos Mazón, justo un año después de la devastadora DANA que golpeó la región. La manifestación, una de las más concurridas de los últimos años, reflejó el profundo malestar ciudadano por la gestión de la catástrofe y sus secuelas.
Bajo el lema "El grito que no cesa", familias afectadas, voluntarios y ciudadanos solidarios recorrieron el centro de la ciudad, evidenciando que las heridas, tanto físicas como emocionales, siguen abiertas. La jornada estuvo marcada no solo por la protesta masiva, sino también por actos de tensión y una controvertida decisión de la radiotelevisión pública valenciana.
Puntos Clave
- Una manifestación masiva con más de 50.000 asistentes tomó las calles de Valencia.
- Los ciudadanos exigen responsabilidades políticas al gobierno de Mazón por la gestión de la DANA.
- La protesta coincidió con la emisión de corridas de toros en la televisión pública À Punt, generando una fuerte polémica.
- La sede del Partido Popular en Valencia fue vandalizada con pintura roja por el colectivo Arran.
- Los afectados denuncian un sentimiento de abandono un año después de la tragedia.
Un Clamor Masivo por la Responsabilidad
El primer aniversario de la DANA no fue una jornada de recuerdo silencioso, sino de protesta enérgica. Desde primera hora de la tarde, miles de personas comenzaron a congregarse, superando todas las previsiones. La cifra oficial de la Delegación del Gobierno confirmó la asistencia de más de 50.000 manifestantes, un número que habla por sí solo del alcance del descontento social.
Las pancartas y los cánticos apuntaban directamente a la gestión del Consell. Frases como "Mazón, responsable" o "No son muertes, son asesinatos" se escucharon a lo largo de todo el recorrido. Muchos de los asistentes eran vecinos de las comarcas más afectadas, quienes relataban que la ayuda prometida no ha llegado o ha sido insuficiente.
Un año de espera y frustración
Hace exactamente un año, una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de intensidad sin precedentes causó graves inundaciones, pérdidas humanas y daños materiales millonarios en varias comarcas de la Comunitat Valenciana. Desde entonces, las críticas a la gestión de la emergencia y la posterior reconstrucción han sido una constante por parte de plataformas vecinales y la oposición política.
Para muchos, la vida sigue siendo provisional. "Todavía no entiendo cómo me salvé", comentaba una de las afectadas, resumiendo el trauma que aún persiste en las zonas devastadas. La manifestación fue, para ellos, una forma de canalizar la frustración y el sentimiento de abandono institucional.
La Polémica Emisión de À Punt
Mientras miles de ciudadanos marchaban por el centro de Valencia, la televisión pública, À Punt, tomó una decisión de programación que avivó aún más la polémica. En plena manifestación, el canal autonómico emitió un programa especial de corridas de toros "históricas".
Esta elección fue interpretada por muchos manifestantes y partidos de la oposición como una provocación y una falta de sensibilidad. Consideran que la televisión pública, financiada por todos los valencianos, debería haber estado cubriendo en directo un acontecimiento social de tal magnitud en lugar de ofrecer una programación alternativa que, para muchos, representa una agenda política específica.
"Es una muestra más de dónde están sus prioridades. Mientras el pueblo clama en la calle, ellos miran hacia otro lado. Es una falta de respeto", declaró un manifestante a nuestro medio.
La decisión de À Punt se convirtió rápidamente en uno de los temas más comentados en redes sociales, donde se acusó al gobierno valenciano de utilizar el ente público para desviar la atención de la protesta.
La Tensión se Extiende a la Sede del PP
La jornada de reivindicación también tuvo episodios de tensión. Horas antes del inicio de la marcha, la sede del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) en Valencia amaneció vandalizada. Militantes de la organización juvenil Arran arrojaron pintura roja contra la fachada del edificio.
Acción reivindicativa de Arran
El colectivo Arran reivindicó la autoría del acto a través de sus redes sociales. Acompañaron las imágenes con el mensaje: "Manchados de sangre hasta el cuello". Con esta acción, pretendían señalar directamente al partido en el gobierno por su gestión de la catástrofe.
Este acto de vandalismo fue condenado por el Partido Popular, pero también sirvió para elevar el nivel de crispación en un día ya de por sí cargado de emociones. La pintura roja simbolizaba, para los autores del ataque, la responsabilidad del gobierno en las consecuencias de la riada.
Voces de los Afectados: "La Vida Sigue Siendo Provisional"
Más allá de las cifras y las polémicas políticas, el verdadero corazón de la manifestación eran las historias humanas. Un año después, muchos supervivientes luchan por reconstruir sus vidas en un escenario de incertidumbre.
Los testimonios recogidos durante la marcha eran desgarradores. Hablan de burocracia interminable, ayudas que no llegan y la sensación de que, una vez que los focos mediáticos se apagaron, su drama cayó en el olvido. "Nos sentimos como ciudadanos de segunda", afirmaba un vecino de una de las localidades más golpeadas.
La protesta masiva en Valencia no solo fue un recordatorio de la tragedia, sino una advertencia clara al poder político. El grito contra la gestión de la DANA, lejos de apagarse con el tiempo, resuena con más fuerza que nunca en la Comunitat Valenciana.





