La Policía Nacional ha detenido en Valencia a un hombre de 21 años y una mujer de 20 como presuntos responsables de un robo de cable de cobre en las infraestructuras ferroviarias. La sustracción del material provocó la interrupción del servicio durante 86 horas, afectando a 165 trenes y causando daños valorados en más de 33.000 euros.
La investigación, que culminó con la detención de la pareja, se inició a principios de octubre y ha permitido esclarecer un sabotaje que tuvo un impacto directo en miles de viajeros de Cercanías, media y larga distancia.
Puntos Clave
- Dos jóvenes de 21 y 20 años han sido detenidos por robo con fuerza.
- El robo de cobre afectó a 165 trenes, causando 86 horas de retrasos acumulados.
- Los daños económicos a la infraestructura de Adif superan los 33.000 euros.
- Los detenidos utilizaban alcantarillas como hornos improvisados para quemar el plástico del cableado.
Inicio de la investigación policial
Las pesquisas comenzaron el pasado 6 de octubre, cuando una patrulla de seguridad ciudadana observó a varios individuos en actitud sospechosa manipulando el interior de una furgoneta. Al notar la presencia de los agentes, los sospechosos emprendieron la huida y se ocultaron en viviendas cercanas, dejando el vehículo abandonado.
Los agentes procedieron a inspeccionar la furgoneta. En su interior, encontraron una gran cantidad de cable de cobre quemado. Tanto el material como el vehículo fueron intervenidos para su posterior análisis por parte de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, que se hizo cargo del caso.
El creciente problema del robo de cobre
El robo de cobre es un delito recurrente que afecta gravemente a infraestructuras críticas como las redes ferroviarias, eléctricas y de telecomunicaciones. Su alto valor en el mercado negro lo convierte en un objetivo para grupos organizados y delincuentes individuales, generando no solo pérdidas económicas millonarias, sino también graves problemas de seguridad y servicio para los ciudadanos.
Hornos improvisados en alcantarillas
Durante la investigación en la zona donde fue abandonada la furgoneta, los agentes realizaron un descubrimiento clave. Localizaron una manguera que les condujo hasta dos alcantarillas cercanas que habían sido convertidas en una especie de hornos clandestinos.
Según fuentes policiales, los ahora detenidos utilizaban estos espacios subterráneos para quemar el revestimiento de plástico que recubre los cables de cobre. Esta técnica les permitía separar el metal puro de forma discreta, evitando ser vistos, y facilitaba su posterior venta en el mercado ilícito. Las paredes de las alcantarillas estaban cubiertas de hollín y en el interior se hallaron más restos de cable quemado.
En la operación policial se lograron recuperar 76 kilogramos de cobre, que fueron posteriormente reconocidos por los responsables de la infraestructura ferroviaria como parte del material sustraído.
Un sabotaje con graves consecuencias
Las indagaciones de la policía permitieron identificar a los dos sospechosos y vincularlos directamente con un robo con fuerza ocurrido días antes. El asalto tuvo lugar en el tramo ferroviario que conecta las estaciones de València-La Font de Sant Lluís y València-Cabanyal.
Para acceder a las instalaciones, los autores cortaron la valla de protección perimetral con cizallas y sustrajeron el cableado esencial que alimenta las señales y otros sistemas de seguridad de la vía.
Impacto en la circulación de trenes
El robo de este material no fue un simple hurto, sino un acto de sabotaje que comprometió la seguridad y operatividad de la red. Varias señales luminosas quedaron apagadas y los desvíos de vías quedaron inoperativos, lo que obligó a Adif a paralizar el servicio por motivos de seguridad.
El impacto fue considerable: la interrupción del servicio generó un total de 86 horas de retrasos acumulados, afectando directamente a la circulación de 165 trenes de Cercanías, media y larga distancia.
Los daños materiales causados por el corte y la sustracción del cableado, junto con el coste de la reparación y el impacto en el servicio, han sido valorados por Adif en 33.567 euros. Los dos detenidos ya han pasado a disposición judicial como presuntos autores de un delito de robo con fuerza.





