El cuerpo de bomberos de Valencia ha convocado una concentración el próximo 19 de noviembre para denunciar las graves deficiencias de sus vehículos. La decisión llega tras una serie de incidentes, el más reciente la semana pasada, cuando un bombero salió despedido de un camión en marcha al abrirse una puerta de forma inesperada.
Los sindicatos exigen la retirada inmediata de los modelos más antiguos y una investigación exhaustiva, mientras el Ayuntamiento ha comenzado a revisar los vehículos implicados. Este problema reaviva el recuerdo de un accidente similar ocurrido hace años que dejó a un bombero con una incapacidad permanente.
Puntos Clave
- Los bomberos de Valencia protestarán el 19 de noviembre frente al Ayuntamiento por la inseguridad de sus vehículos.
- Dos incidentes recientes con el mismo modelo de camión, donde las puertas se abrieron en marcha, han sido el detonante.
- Un bombero resultó ileso la semana pasada, pero un caso anterior causó una lesión incapacitante a otro efectivo.
- Los sindicatos exigen la retirada de cuatro camiones antiguos y una solución definitiva al problema mecánico.
- El Ayuntamiento ha retirado provisionalmente los vehículos para su revisión y está probando un sistema de alarmas.
Una serie de incidentes que colma la paciencia
La tensión en el cuerpo de bomberos de Valencia ha alcanzado un punto crítico. La semana pasada, un efectivo que se dirigía a un servicio a bordo de un camión Auto Bomba Urbana Pesada (BUP) vivió una situación de extremo peligro. Mientras el vehículo tomaba una rotonda, la puerta izquierda se abrió súbitamente y el bombero salió despedido, cruzando los cuatro carriles de la vía. Afortunadamente, en ese instante no circulaba ningún otro coche y el trabajador resultó ileso.
Este suceso no es un hecho aislado. Durante el verano, el mismo modelo de camión, conocido internamente como BUP3, ya había registrado un fallo similar cuando una de sus puertas se abrió sin previo aviso, aunque en esa ocasión sin consecuencias para la tripulación.
Dos caídas en pocos meses
El mismo camión modelo BUP ha protagonizado dos incidentes por apertura de puertas en los últimos meses. El primero ocurrió en verano sin heridos, y el segundo la semana pasada, donde un bombero cayó al asfalto pero no sufrió lesiones graves.
Estos dos eventos han reabierto una herida profunda dentro del cuerpo, recordando a todos un accidente mucho más grave ocurrido hace varios años que tuvo consecuencias devastadoras para uno de sus compañeros.
El precedente que marcó al cuerpo de bomberos
El malestar actual se fundamenta en un trágico precedente. Hace años, el bombero Toni sufrió un accidente casi idéntico que le cambió la vida. Mientras se equipaba dentro del camión en respuesta a un aviso por fuga de gas, el vehículo giró y la puerta se abrió, lanzándolo al exterior.
A diferencia del incidente reciente, las consecuencias para Toni fueron muy graves. Llevaba la bota de intervención puesta, lo que mantuvo su pierna rígida, pero el impacto le provocó una fractura múltiple en el tobillo. La lesión fue tan severa que le ha incapacitado para el servicio desde entonces.
"Es inaceptable que durante todo este tiempo se haya tratado de ocultar la realidad de lo sucedido, manteniendo al compañero en una situación de incertidumbre e incluso haciéndole creer que fue responsable del accidente", se lee en una circular interna de los bomberos.
Los sindicatos denuncian que se intentó culpar al bombero por no llevar puesto el cinturón de seguridad, un requisito imposible de cumplir mientras los efectivos se colocan el pesado equipo de protección individual de camino a una emergencia.
La respuesta sindical y las exigencias al Ayuntamiento
Ante la repetición de los fallos, los cuatro sindicatos con representación en el cuerpo —UGT, SPPLB, CSIF y CCOO— han actuado de forma unánime. Han convocado una concentración pacífica para el próximo 19 de noviembre a las 11:00 horas frente al Ayuntamiento de Valencia.
El objetivo de la protesta es doble: por un lado, mostrar apoyo a los compañeros afectados y, por otro, exigir medidas concretas y urgentes a la administración local. Las peticiones son claras:
- Reconocimiento oficial de que el accidente que incapacitó a Toni fue causado por un fallo mecánico del vehículo.
- Retirada inmediata y definitiva del servicio del camión BUP3 implicado en los últimos incidentes.
- Retirada de todos los vehículos de la misma marca y modelo por el riesgo potencial que representan.
- Una inspección técnica exhaustiva para identificar el origen del problema y aplicar una solución permanente.
Vehículos antiguos sin sistemas de seguridad modernos
Fuentes municipales han señalado que los camiones afectados son antiguos y carecen de sistemas de alarma que alerten si una puerta no está correctamente cerrada, una característica estándar en vehículos más modernos. Este factor podría haber contribuido a los incidentes.
La postura del Ayuntamiento de Valencia
El Ayuntamiento de Valencia ha respondido a la creciente presión de la plantilla. Fuentes municipales informaron que el departamento de Riesgos Laborales inspeccionó el camión tras el incidente del pasado 27 de octubre, sin detectar un fallo evidente en el mecanismo de la puerta.
La hipótesis que maneja la administración es que la puerta pudo haberse cerrado de forma incorrecta. Sin embargo, en un gesto para calmar los ánimos y garantizar la seguridad, el consistorio ha accedido a las principales peticiones sindicales.
Se ha confirmado la retirada provisional de los cuatro vehículos del mismo fabricante para someterlos a una revisión completa. Además, el camión BUP3 ha sido enviado a una empresa especializada para estudiar la viabilidad de instalar un sistema de alarmas que avise cuando las puertas no estén completamente aseguradas.
Mientras tanto, la plantilla de bomberos se prepara para la movilización del día 19, decidida a no permitir que la seguridad de quienes protegen a la ciudad se vea comprometida por equipos obsoletos y peligrosos.





