La Conselleria de Sanidad ha establecido un nuevo sistema de incentivos para el personal sanitario basado en 67 indicadores de productividad. Este programa, que entrará en vigor en 2025, condicionará el cobro de un complemento salarial al cumplimiento de objetivos centrados, en gran medida, en la reducción de las listas de espera.
Puntos Clave
- Se han definido 67 criterios para evaluar el rendimiento del personal sanitario y determinar el pago de un extra por productividad.
- El 40% de estos indicadores se enfoca directamente en reducir los tiempos de espera de los pacientes.
- Los incentivos económicos varían desde 960 euros hasta un máximo de 6.000 euros anuales, según la categoría profesional.
- Sindicatos y organizaciones médicas han calificado los criterios como "irrealizables", mientras que Sanidad los defiende como "alcanzables".
El nuevo modelo de incentivos sanitarios
El departamento dirigido por Marciano Gómez ha detallado su nuevo plan en un documento de 88 páginas titulado "Dosier de indicadores. Acuerdos de gestión 2025 complementarios". Este texto establece las bases para un sistema de productividad adicional que evaluará a los profesionales sanitarios durante el segundo semestre del año.
Mediante una serie de fórmulas matemáticas, se asignará a cada profesional una puntuación de entre 30 y 100 puntos. Esta puntuación determinará la cuantía del incentivo a percibir a principios del año siguiente.
Escala de los incentivos
Los pagos adicionales varían significativamente según el puesto. Los gerentes y directores podrán recibir hasta 6.000 euros, mientras que la categoría profesional más baja (AP) tendrá un máximo de 960 euros.
Criterios aplicados según el área
Es importante destacar que los 67 indicadores no se aplicarán de forma uniforme a todo el personal. La evaluación dependerá del ámbito de trabajo y del contexto específico de cada sanitario. Por ejemplo, los criterios para un médico de Atención Primaria serán diferentes a los de un cirujano o un profesional de las Unidades de Prevención de Cáncer de Mama (UPCM).
La reducción de la demora como eje central
Uno de los aspectos más destacados del nuevo sistema es el fuerte énfasis en la reducción de los tiempos de atención. Un análisis detallado de los indicadores revela que el cumplimiento de los plazos asistenciales será un factor decisivo para obtener la bonificación.
El peso de las listas de espera
Del total de 67 criterios establecidos, 27 de ellos, lo que representa un 40,2%, están directamente relacionados con la demora asistencial. Esto demuestra que la agilización de la atención es la principal prioridad del plan.
Los objetivos son claros y específicos para cada nivel de atención. En Atención Primaria, se busca que la espera para una consulta con el médico de familia o pediatra no supere los cinco días.
Tiempos máximos en especialidades y cirugía
Para las consultas de especialidades, se medirá el porcentaje de pacientes que esperan más de 30 días, aunque el objetivo concreto será fijado por cada departamento de salud. En el caso de Psiquiatría, la referencia es una espera máxima de 60 días.
El plan también incluye indicadores para pruebas diagnósticas, como el tiempo para informar del resultado de una mamografía o el retraso en colonoscopias y ecografías. En el ámbito quirúrgico, se premiará la intervención de fracturas de cadera en las primeras 48 horas, un área donde se habían detectado retrasos de hasta 10 días en algunos hospitales.
Según los últimos datos oficiales de la Generalitat, con fecha de 30 de junio, hay 68.638 personas en la lista de espera quirúrgica en la Comunitat Valenciana.
Otros indicadores clave de rendimiento
Además de las listas de espera, el sistema de incentivos evaluará otros muchos aspectos de la gestión sanitaria diaria. El objetivo es mejorar la eficiencia y la calidad en múltiples áreas.
- Partos: Se medirá la cantidad de cesáreas realizadas en grupos de bajo riesgo, cuya tasa actual duplica la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Prevención: Se valorará el porcentaje de mujeres atendidas en el programa de cribado de cáncer de mama, con un objetivo del 90%.
- Gestión de recursos: Se incentivará la optimización del gasto en fármacos y material sanitario.
- Altas hospitalarias: El número de altas gestionadas por cada médico será otro de los factores a tener en cuenta.
Evaluación del servicio de Urgencias
El rendimiento en los servicios de Urgencias también será un pilar fundamental. Cada departamento analizará varios parámetros para medir su eficiencia:
- El tiempo de triaje, con el objetivo de que se realice en menos de 15 minutos.
- El porcentaje de pacientes que permanecen más de seis horas en Urgencias antes de ser atendidos.
- La tasa de retorno de pacientes al servicio en menos de 72 horas.
Controversia y defensa del nuevo modelo
La implantación de este sistema ha generado un rechazo considerable entre los profesionales del sector. Sindicatos y organizaciones médicas han criticado duramente los baremos, calificándolos de "irrealizables", "contraproducentes" y "desiguales". Argumentan que muchos de los objetivos no dependen exclusivamente del desempeño individual del sanitario, sino de factores estructurales del sistema.
Frente a estas críticas, la Conselleria de Sanidad ha defendido la validez del programa. Eva Suárez, directora general de Atención Primaria, ha asegurado que el sistema tiene como principal beneficiario "al paciente".
"Los criterios son alcanzables porque se basan en guías del Ministerio de Sanidad y en otras internacionales como la 'ADA Standars of Care' o la 'IDF Clinical Practice Recommendations'", afirmó Suárez en defensa del plan.
El periodo para presentar alegaciones a los criterios finaliza el 30 de septiembre, por lo que la lista definitiva podría sufrir algunas modificaciones. No obstante, la estructura principal del modelo de incentivos parece ya definida, marcando un cambio significativo en la forma de medir y recompensar la productividad en la sanidad pública valenciana.