La gastronomía palestina tiene un nuevo espacio en Valencia con la apertura de "Marhaba. Palestina a la Taula" en el Mercado Rojas Clemente. El proyecto, liderado por Ibrahim Omar y Paula Navarro, es una evolución de su iniciativa de talleres culinarios "La Casa de Rojas" y busca ofrecer los sabores tradicionales de Palestina en un formato para llevar.
Puntos Clave
- Ibrahim Omar y Paula Navarro inauguran el puesto "Marhaba. Palestina a la Taula" en el Mercado Rojas Clemente.
- El nuevo local ofrece comida palestina tradicional para llevar, como hummus, falafel y za'atar.
- Marhaba es la continuación del proyecto "La Casa de Rojas", que organiza talleres de cocina palestina desde 2022.
- El objetivo es preservar y difundir la cultura y la identidad palestina a través de la gastronomía.
Una nueva propuesta gastronómica en el Botànic
El barrio del Botànic de Valencia da la bienvenida a una nueva oferta culinaria. En el Mercado Rojas Clemente, donde antes se encontraba la carnicería El Paraíso, ha abierto sus puertas Marhaba. Palestina a la Taula. El nombre, que significa 'hola' o 'bienvenido' en árabe, refleja la hospitalidad que sus fundadores, Ibrahim Omar y Paula Navarro, quieren transmitir.
Este puesto de comida para llevar es el resultado de años de trabajo y dedicación a la difusión de la cultura palestina. La pareja, unida tanto en lo personal como en lo profesional, busca acercar a los valencianos la riqueza de una cocina que comparte muchas raíces con la dieta mediterránea.
Un puente entre culturas mediterráneas
La cocina palestina utiliza ingredientes comunes en la cuenca mediterránea, como el aceite de oliva, el trigo, los limones, las granadas y los higos. Sin embargo, se distingue por su característico toque oriental, con un uso prominente de especias que la conecta con la histórica Ruta de las Especias.
El origen del proyecto: La Casa de Rojas
Para entender Marhaba, es necesario conocer su origen. Todo comenzó en 2022 con La Casa de Rojas, una iniciativa de talleres culinarios que la pareja organizaba en su propio hogar, situado en la calle de Simón Ortiz, justo enfrente del mercado.
La historia de sus fundadores es clave. Paula Navarro, vinculada a la familia de Herbolarios Navarro y experta en aromaterapia, vivió en Jerusalén en 2019. Allí se formó con un grupo de mujeres palestinas. Fue en un viaje a Jordania ese mismo año donde conoció a Ibrahim. Juntos, descubrieron en Ammán un taller de cocina llamado Beit Sitti ('La casa de la abuela'), que les sirvió de inspiración.
"No es simplemente aprender a cocinar; con cada visita sientes que una familia te está acogiendo. La idea no es solamente enseñar a hacer hummus, es mostrar la hospitalidad tan presente en la tradición palestina", explica Paula Navarro sobre la filosofía de sus talleres.
Al regresar a Valencia, convirtieron un bajo en el barrio del Botànic en su hogar y en el espacio para estos talleres. Comenzaron con desayunos palestinos para grupos de amigos, donde servían hummus, cocas de zaʿatar, falafel y café con cardamomo, ganando popularidad rápidamente.
Del taller en casa al puesto en el mercado
La idea de abrir un puesto en el mercado surgió de forma natural. Paula era cliente habitual del Mercado Rojas Clemente, donde compraba ingredientes para sus talleres. La proximidad y el ambiente familiar del mercado fueron determinantes.
"Cuando hacemos los talleres, suelo venir al mercado a comprar las aceitunas y los encurtidos", comenta Navarro. "Un día, hablando con la dueña del puesto de café KI’BOK, nos dimos cuenta de que el local de enfrente estaba en desuso. Vi unos carteles con corazones unidos por la kufiya palestina y pensé que era una señal".
Un mercado con espíritu de barrio
Según Paula Navarro, el Mercado Rojas Clemente ofrece una alternativa más tranquila y familiar frente a las aglomeraciones del cercano Mercado Central. "Somos como una pequeña familia y todos nos ayudamos. La acogida no ha podido ser más buena", afirma.
La decisión se tomó en diciembre de 2024 y, tras ganar la subasta del puesto el 30 de marzo de 2025, comenzaron los trabajos de adecuación. Finalmente, en octubre de 2025, Marhaba abrió sus puertas para ofrecer los mismos sabores de sus talleres en un formato accesible para todos.
Sabores auténticos de Palestina para llevar
El mostrador de Marhaba es un viaje a los sabores de Palestina. Los clientes pueden encontrar una amplia selección de productos y platos listos para disfrutar en casa, en la oficina o en un pícnic en el Jardín del Túria.
La oferta incluye:
- Hummus y falafel: Clásicos de la cocina de Oriente Medio.
- Zaʿatar y tahine: Mezclas de especias y pasta de sésamo fundamentales.
- Warak inab: Hojas de parra rellenas de arroz, carne y especias.
- Dulces tradicionales: Postres perfumados con agua de azahar o pistacho, como el knafeh.
- Pan de pita árabe y mermelada de rosas.
Además de comida, el puesto también vende la icónica kufiya palestina en diferentes colores. En el futuro, planean incorporar platos más elaborados como el maqlube, un arroz con verduras y carne que se cocina y se sirve volteando la olla, similar en su concepción social a la paella valenciana.
Más que comida: un legado cultural
Para Ibrahim y Paula, Marhaba es mucho más que un negocio de comida. Es una plataforma para dar visibilidad a la cultura palestina y preservar su identidad en un contexto difícil. Consideran que la gastronomía es una herramienta poderosa para derribar barreras y construir puentes.
"Al seguir cocinando las recetas de nuestras abuelas es una forma de no perder nuestras raíces, una forma de resistencia. Cocinar cada día como si estuviésemos en nuestro lugar de origen es nuestro cordón umbilical con la tierra", señala Ibrahim Omar.
El proyecto busca ser un homenaje al pueblo palestino, asegurando que su rica herencia cultural no se pierda. Es un acto de memoria y de afirmación de una identidad que se expresa a través de los sabores compartidos en torno a una mesa.
"Mucha gente se va del taller como si fuera de nuestra familia. Marhaba es la mejor forma para que sigan formando parte de nosotros. Un lugar de encuentro más fácil y dinámico", concluye Paula. Con esta apertura, la auténtica esencia de Palestina está ahora al alcance de todos en el corazón de Valencia.





