La junta directiva del Club Esportiu LGTBI+ Samarucs, la asociación deportiva LGTBI+ más grande de la Comunitat Valenciana, ha dimitido en bloque. La decisión coincide con una votación interna en la que sus socios acordaron no participar como club en los Gay Games 2026, que se celebrarán en València.
La asamblea del club, que cuenta con aproximadamente 670 miembros, se celebró el pasado domingo. En ella se tomó la decisión de sumarse al boicot propuesto por otros clubes deportivos LGTBI+ de España como forma de protesta contra las políticas del actual gobierno autonómico.
Puntos Clave
- La junta directiva del club Samarucs, presidida por Javier Gil, ha presentado su dimisión en bloque.
- Los socios del club votaron no participar como equipo en los Gay Games de València 2026.
- La decisión respalda un boicot más amplio de clubes españoles en protesta por las políticas de PP y Vox.
- Pese a la renuncia, el expresidente aclara que su decisión no está directamente ligada al resultado de la votación sobre los juegos.
- Los deportistas del club podrán inscribirse en los Gay Games a título individual si así lo desean.
Una votación que divide al colectivo
La decisión de no participar en los Gay Games 2026 ha generado un intenso debate dentro del colectivo LGTBI+ valenciano. El club Samarucs, con más de 18 años de historia, optó por consultar directamente a sus socios después de que la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ (ADI LGTBI+) acordara en octubre no apoyar el evento. En aquella votación inicial, Samarucs se abstuvo para poder tomar una decisión democrática con sus bases.
El resultado de la asamblea del domingo fue claro: la mayoría de los socios apoyó el boicot. De esta forma, Samarucs no estará presente como entidad en una de las citas deportivas LGTBI+ más importantes del mundo, que además se celebra en su propia ciudad.
La principal motivación detrás de esta postura es el rechazo a lo que consideran un retroceso en los derechos del colectivo por parte del gobierno de la Generalitat Valenciana, formado por PP y Vox. Los clubes denuncian recortes en materia de diversidad y en la ley trans, y temen que el evento sea utilizado para un "pinkwashing" o lavado de imagen.
El contexto del boicot
El pasado 18 de octubre, la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ (ADI LGTBI+), que agrupa a la mayoría de clubes deportivos LGTBI+ de España y Portugal, votó en contra de apoyar los Gay Games de València. Esta decisión, de carácter vinculante, supuso un duro golpe para la organización del evento. La medida fue una respuesta directa a la salida de colectivos como Lambda de la organización de los juegos y a las políticas consideradas LGTBIfóbicas del actual gobierno valenciano.
Dimisión en bloque de la junta directiva
En la misma asamblea en la que se decidió el futuro del club respecto a los Gay Games, el presidente Javier Gil anunció su dimisión tras seis años al frente de la entidad. Inmediatamente después, los nueve miembros restantes de la junta directiva presentaron también su renuncia.
Gil ha aclarado que su decisión de abandonar el cargo es fruto de una reflexión personal y no una consecuencia directa del resultado de la votación. De hecho, comunicó su intención de dimitir antes de que se realizara el recuento de votos. Según sus declaraciones, su objetivo es dar paso a un nuevo equipo con ideas renovadas para liderar el club.
"La decisión de abandonar el cargo no tiene relación directa con el resultado de la votación sobre los Gay Games. Es fruto de una reflexión personal para dejar paso a un nuevo equipo con ideas también nuevas".
A pesar de la coincidencia temporal, la ya antigua directiva ha querido desvincular ambos hechos, subrayando que la renuncia estaba meditada desde hacía tiempo.
El futuro de los deportistas y los juegos
Aunque Samarucs no participará como club, la puerta no está cerrada para sus deportistas. La asamblea acordó que cada socio tendrá la libertad de inscribirse y competir a título individual. Esta fórmula permite a quienes lo deseen manifestar su descontento con las políticas actuales desde dentro del propio evento.
La antigua junta directiva también ha expresado su "profundo respeto" tanto a los Gay Games, un evento con 40 años de historia en la lucha por la visibilidad LGTBI+, como a la Federación Internacional que los organiza. La federación, de hecho, ya se desmarcó en octubre de las políticas de PP y Vox en la Comunitat Valenciana.
Los Gay Games en cifras
A pesar de la controversia y el boicot de varios clubes nacionales, la organización de los Gay Games València 2026 informa que ya hay 3.660 personas inscritas para participar. La mayoría de las inscripciones provienen de países como Estados Unidos, Canadá y Australia, lo que demuestra el fuerte atractivo internacional del evento.
El debate sobre la participación ha puesto de manifiesto una encrucijada para el colectivo: visibilizar sus reivindicaciones desde dentro de un evento masivo o denunciar la situación desde fuera mediante un boicot. Mientras algunos clubes como Cierzo, Entendemos y Madpoint han mostrado su intención de participar, la ausencia de Samarucs, el club más representativo de la Comunitat Valenciana, marca un punto de inflexión en el camino hacia los juegos de 2026.





