La venta de viviendas en la ciudad de València ha registrado una caída significativa debido a un aumento de precios sin precedentes. El valor de tasación ha experimentado un incremento interanual del 22%, situando el coste medio en cifras históricas que están desplazando la demanda hacia el área metropolitana, donde las operaciones de compraventa alcanzan máximos de los últimos 18 años.
Este fenómeno ha provocado una notable contracción en el mercado de la capital. Mientras los compradores locales se muestran más cautelosos y no están dispuestos a asumir los elevados costes, los municipios cercanos como Burjassot, Albal o Torrent experimentan un auge en las transacciones inmobiliarias.
Puntos Clave
- Las ventas de viviendas en València ciudad han descendido un 8,3% en el último trimestre.
- El valor de tasación ha aumentado un 22,3% interanual en la capital, alcanzando un nuevo máximo histórico.
- La demanda se traslada al área metropolitana, con aumentos de ventas de hasta el 136% en municipios como Albal.
- La oferta de pisos en València se ha reducido en un 60% en los últimos tres años, agravando la subida de precios.
Un mercado saturado en la capital
Los datos del último informe del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia confirman un punto de inflexión en el mercado del Cap i Casal. Las operaciones de compraventa han disminuido un 8,3% en comparación con el trimestre anterior, una cifra que contrasta fuertemente con la situación en el resto de la provincia.
Según los expertos, la razón principal es el precio. Los vendedores piden una media de 3.227 euros por metro cuadrado, pero la mayoría de las operaciones se cierran por un máximo de 2.585 euros. Este desajuste entre la oferta y la capacidad de pago de los compradores está enfriando el mercado.
Luis Fabra, director de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza y autor del análisis, es contundente al respecto.
"València ha llegado a un punto de saturación del precio. Los compradores se van al área metropolitana porque no pueden pagar más", sentencia Fabra.
Cambio en el perfil del comprador
El mercado también ha experimentado un cambio en sus protagonistas. Vicente Díez, portavoz del Colegio de API de Valencia, explica que se ha observado una retirada de dos perfiles clave: los inversores que compraban para alquilar y los extranjeros de alto poder adquisitivo que buscaban una segunda residencia.
"El mercado está ahora dominado por el comprador local, que se lo toma con más calma y no está dispuesto a pagar lo que piden los vendedores", afirma Díez. Esta nueva dinámica, marcada por una mayor reflexión y un presupuesto más ajustado, contribuye a la ralentización de las ventas en la ciudad.
Precios por las nubes
El valor medio de tasación en la ciudad de València ha subido un 22,3% en el último año, situándose en 2.542 euros por metro cuadrado, según datos del Ministerio de Vivienda. Es el valor más alto registrado hasta la fecha.
El éxodo hacia el área metropolitana
La dificultad para acceder a una vivienda en València ha provocado un trasvase masivo de la demanda hacia los municipios de su cinturón metropolitano. Mientras la capital se frena, su periferia vive un momento de gran dinamismo, alcanzando el mejor registro de compras de los últimos 18 años.
Los incrementos en las ventas son especialmente llamativos en algunas localidades:
- Albal: crecimiento del 136%
- Burjassot: crecimiento del 54%
- Torrent: crecimiento superior al 20%
Aunque los precios en estas zonas también han subido considerablemente, siguen siendo más asequibles que en la capital. Por ejemplo, el precio medio de tasación en Paterna es de 1.985 €/m², en Mislata de 1.935 €/m² y en Burjassot de 1.711 €/m². A pesar de los aumentos interanuales superiores al 25% en muchos de estos municipios, la diferencia con València sigue siendo un factor decisivo para los compradores.
La escasez de oferta, un problema estructural
La escalada de precios no se explica únicamente por la demanda, sino también por una drástica reducción de la oferta. Los datos del Colegio de API son alarmantes: en enero de 2022 había 10.000 pisos disponibles en València, mientras que actualmente la cifra apenas llega a 4.000. Esto representa una caída del 60% en menos de tres años.
Más habitantes, menos casas
La falta de oferta se ve agravada por un rápido crecimiento demográfico. En el último año, la población de la provincia ha aumentado en 49.596 personas, de las cuales 42.576 son inmigrantes. Este incremento ha supuesto la creación de 15.379 nuevos hogares, ejerciendo una presión adicional sobre un mercado ya tensionado.
Esta escasez de producto disponible es el principal motor que impulsa los precios al alza, dejando fuera del mercado a una parte importante de la demanda local y forzando el desplazamiento hacia la periferia.
Las hipotecas también marcan récords
El contexto de precios elevados se refleja también en las condiciones de financiación. Durante el tercer trimestre del año, se firmaron 25.494 hipotecas sobre vivienda en la provincia de Valencia, lo que supone un aumento interanual del 15,7%.
El endeudamiento medio por vivienda en la Comunitat Valenciana ha alcanzado los 128.556 euros. Esta cifra representa un crecimiento trimestral del 2,7% y un ascenso interanual del 10,2%, situando el importe medio de los préstamos en su nivel más alto desde el año 2008. Este dato evidencia el esfuerzo económico que deben realizar las familias para poder adquirir una propiedad en el actual escenario inmobiliario.





