El debate sobre la identidad y la lengua valenciana ha cobrado nueva intensidad tras la propuesta del Gobierno central de oficializar el catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, excluyendo al valenciano. Esta decisión ha provocado una fuerte reacción institucional en la Comunitat Valenciana, que defiende la singularidad de su lengua amparada por el Estatut de Autonomía.
La controversia se ha extendido al ámbito social, con actos vandálicos contra sedes de entidades culturales y un cruce de declaraciones políticas que evidencia las diferentes posturas sobre el estatus del valenciano y los símbolos que representan a la región.
Puntos Clave
- El Gobierno de España propuso oficializar catalán, euskera y gallego en la UE, pero no el valenciano.
- Les Corts Valencianes han reprobado a los ministros José Manuel Albares y Diana Morant por esta exclusión.
- El Ayuntamiento de València anuncia medidas legales y de protección para defender la lengua y el patrimonio cultural.
- Actos vandálicos, como pintadas en la sede de Lo Rat Penat, han aumentado la tensión social.
La exclusión del valenciano en la propuesta europea
El conflicto reciente se originó cuando el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, presentó una solicitud al Consejo de la Unión Europea para incluir tres lenguas cooficiales de España —catalán, euskera y gallego— en el régimen lingüístico de la UE. La ausencia del valenciano en esta petición fue interpretada por el gobierno valenciano como una “exclusión deliberada”.
Desde el Consell y el Ayuntamiento de València se argumenta que esta medida contraviene directamente el Estatut de Autonomía de la Comunitat Valenciana, que reconoce al valenciano como lengua propia y oficial. La concejala Paula Llobet, en una reciente declaración, calificó la decisión como una “elección política que choca frontalmente con nuestro Estatut y con la realidad social”.
Reacción política en Les Corts
La respuesta institucional no se hizo esperar. Les Corts Valencianes aprobaron una reprobación contra el ministro Albares y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, la valenciana Diana Morant. El motivo fue la defensa por parte de Morant de la fórmula “catalán/valenciano” como denominación adecuada, una postura que, según los impulsores de la reprobación, niega la entidad propia de la lengua valenciana.
Este debate parlamentario ha puesto de manifiesto la división política existente. Mientras los partidos en el gobierno autonómico defienden la singularidad del valenciano, otros sectores argumentan que se trata de la misma lengua con diferentes denominaciones, una visión que genera un profundo desacuerdo en la sociedad valenciana.
El Estatut de Autonomía y la lengua
El artículo 6 del Estatut de Autonomía de la Comunitat Valenciana establece que "la lengua propia de la Comunitat Valenciana es el valenciano". Además, indica que "el idioma valenciano es el oficial en la Comunitat Valenciana, al igual que lo es el castellano". Este marco legal es la base de las reclamaciones de las instituciones valencianas para que el valenciano reciba el mismo tratamiento que otras lenguas cooficiales de España.
Aumenta la tensión con actos vandálicos
El debate lingüístico y político ha trascendido al espacio público, manifestándose en forma de ataques a símbolos culturales. Recientemente, la sede de la institución cultural Lo Rat Penat, una entidad centenaria dedicada a la promoción de la cultura y lengua valencianas, apareció con pintadas de simbología independentista.
Este acto fue condenado por diversas instituciones. El Ayuntamiento de València lo calificó como “un ataque a una institución que encarna la defensa de nuestra identidad”. Como respuesta, se ha anunciado un plan para reforzar la protección de las sedes de entidades culturales y perseguir el vandalismo contra el patrimonio.
"La convivencia no se construye con pintadas de madrugada, sino con respeto. No nos van a callar quienes piensan que la intimidación callejera o política les da la razón".
Medidas de protección y defensa jurídica
Ante lo que consideran una serie de agravios, las administraciones valencianas han anunciado un conjunto de medidas para proteger sus señas de identidad. Estas acciones se centran en tres ejes principales:
- Defensa jurídica: Se impulsará la defensa del valenciano en todas las instancias necesarias, incluyendo las instituciones europeas, para exigir su reconocimiento oficial.
- Vigilancia y sanciones: Se aumentará la vigilancia preventiva en sedes culturales y monumentos, en coordinación con las fuerzas policiales, y se aplicarán sanciones ejemplares a los responsables de actos vandálicos.
- Puesta en valor del patrimonio: Se reforzará el apoyo a las tradiciones, fiestas y símbolos históricos de València, como la Real Senyera, como elementos de cohesión social.
El debate sobre los símbolos y tradiciones
El conflicto también abarca la interpretación y el uso de los símbolos. Sectores críticos con las políticas actuales argumentan que se están intentando crear “nuevos símbolos” para desplazar a los tradicionales. Un ejemplo citado es la cabalgata de las “Reinas Magas”, una iniciativa de un gobierno anterior que generó una notable controversia social.
Según la postura del actual gobierno municipal, “València no necesita nuevas marcas, necesita cuidar y poner en valor lo que somos”. Esta declaración subraya la intención de centrar los esfuerzos en la promoción de elementos culturales consolidados, como las Fallas, la Procesión Cívica del 9 d'Octubre o el patrimonio histórico y lingüístico.
El 9 d'Octubre y la Real Senyera
El 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, es la fecha central de la reivindicación de la identidad valenciana. La Procesión Cívica, en la que se traslada la Real Senyera desde el Ayuntamiento, es el acto más emblemático. Este año, debido a una alerta meteorológica naranja, la procesión no pudo realizarse en el exterior y el acto se celebró en el interior de la Casa Consistorial, un hecho que, sin embargo, no mermó su carga simbólica para los participantes.
La situación actual refleja un momento de reafirmación de la identidad valenciana frente a lo que se percibe como amenazas externas e internas. Las instituciones han manifestado su firmeza para defender lo que consideran su patrimonio cultural y lingüístico, insistiendo en que la identidad valenciana “se defiende y protege con la dignidad de un pueblo fuerte y unido”. El desarrollo de este debate en los próximos meses será clave para el futuro de la política lingüística y cultural en la Comunitat Valenciana.





