La presidencia de Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana atraviesa su momento más crítico. La gestión de la trágica DANA, que se cobró la vida de 229 personas, ha generado una crisis de confianza que se extiende desde la ciudadanía hasta las filas de su propio partido, poniendo en duda su continuidad en el cargo.
Las críticas se centran en las decisiones tomadas durante las horas clave de la catástrofe y, en particular, en la ausencia de una alerta masiva a la población a través del sistema ES-Alert. Mientras una investigación judicial avanza para esclarecer responsabilidades, el desgaste político y personal del president aumenta día a día.
Puntos Clave
- La gestión de la emergencia de la DANA ha puesto a Carlos Mazón en una situación política insostenible.
- Una investigación judicial en Catarroja se centra en la no activación del sistema de alerta ES-Alert.
- Existe un amplio consenso social y político, según diversas encuestas, que cuestiona su legitimidad.
- El descontento ha permeado incluso dentro del Partido Popular, donde se buscan alternativas a su liderazgo.
La investigación judicial como epicentro de la crisis
El núcleo de la controversia reside en la investigación que dirige un juzgado de Catarroja. Las pesquisas se centran en determinar por qué no se utilizó el sistema ES-Alert para avisar a los miles de ciudadanos que se vieron sorprendidos por la riada. Este sistema está diseñado para enviar notificaciones masivas a los teléfonos móviles en una zona geográfica concreta ante un peligro inminente.
La instrucción judicial está sacando a la luz detalles sobre la cadena de mando y las comunicaciones dentro del Centro de Coordinación de Emergencias (CECOPI) durante aquel fatídico día. Según fuentes cercanas al caso, la jueza considera que una alerta a tiempo podría haber evitado un número tan elevado de víctimas mortales. La falta de una explicación clara por parte del Consell sobre este fallo ha alimentado las sospechas y el malestar ciudadano.
¿Qué es el sistema ES-Alert?
El sistema ES-Alert, integrado en la red de alerta nacional, permite a Protección Civil enviar mensajes de emergencia generalizados e inmediatos a los teléfonos móviles localizados en un área afectada por una emergencia o catástrofe. Su no utilización durante la DANA es el principal punto de fricción en la gestión de la crisis por parte del gobierno de Mazón.
Un clamor social y político creciente
La presión sobre Mazón no proviene únicamente del ámbito judicial. Las manifestaciones ciudadanas se han vuelto una constante, y en cada acto público al que asiste, el president se enfrenta a muestras de rechazo. Familiares de las 229 víctimas le señalan directamente como uno de los principales responsables de la tragedia por su supuesta inacción.
El funeral de Estado en memoria de los fallecidos fue un claro ejemplo de esta fractura. Mientras dentro del Palau de la Generalitat 160 altos cargos aplaudían su discurso, en el exterior se congregaban ciudadanos que exigían su dimisión. Este contraste evidencia la profunda desconexión entre la administración y una parte significativa de la sociedad valenciana.
Según diversas encuestas publicadas en las últimas semanas, una mayoría de los valencianos considera que la gestión de la DANA fue deficiente y que la posición del president Carlos Mazón es insostenible.
Las fisuras internas en el Partido Popular
Lo que agrava la situación de Mazón es que el cuestionamiento ya no es exclusivo de la oposición o de los movimientos sociales. Dentro de su propio partido, el Partido Popular, crece la preocupación por el desgaste de su figura. Fuentes internas admiten en privado que se ha extendido el deseo de que no sea él quien lidere la formación en las elecciones autonómicas de 2027.
La mirada de muchos dirigentes populares se dirige ahora hacia la sede nacional del partido en Madrid, esperando que Alberto Núñez Feijóo intervenga para buscar una solución a medio plazo que permita al PP valenciano recuperarse de esta crisis de liderazgo. Sin embargo, cualquier movimiento en este sentido es delicado y requiere tiempo.
El futuro de Mazón: entre la resistencia y el desgaste
A pesar del cerco político y social, Carlos Mazón ha manifestado su intención de continuar en el cargo. Su estrategia parece centrarse en ganar tiempo, esperando que el foco mediático disminuya y que pueda superar los próximos obstáculos en su agenda.
"Al desgaste político se suma un desgaste personal que, indefectiblemente, obliga a preguntarse si vale la pena seguir en el cargo. Él es quien mejor debe valorarlo, pero no sé si el precio a pagar valdrá finalmente la pena", reflexiona un analista político con décadas de experiencia en la política valenciana.
En las próximas semanas, el president deberá afrontar momentos clave que podrían ser decisivos para su futuro. Entre ellos se encuentra la declaración de su jefa de gabinete, Maribel Vilaplana, ante la jueza, así como sus propias comparecencias en las comisiones de investigación que se han constituido en Les Corts Valencianes, el Senado y el Congreso de los Diputados.
El tiempo, que a menudo juega a favor de los gobernantes en la gestión de crisis, parece estar corriendo en su contra. Cada nuevo dato que emerge de la investigación y cada acto de protesta erosionan un poco más su autoridad, llevando a muchos a preguntarse no si caerá, sino cuándo lo hará.





