El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha emitido una advertencia sobre las consecuencias de no incluir la podología en el Sistema Público de Salud. Según la organización, esta exclusión provoca que afecciones comunes del pie, como las relacionadas con la diabetes o las infecciones por hongos, se compliquen significativamente, afectando la calidad de vida de los pacientes.
Puntos Clave
- La exclusión de la podología del sistema público de salud impide el tratamiento preventivo y adecuado de diversas afecciones del pie.
- Pacientes con pie diabético no reciben cuidados especializados para prevenir úlceras, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves.
- Las infecciones por hongos en las uñas (onicomicosis) son tratadas de forma incompleta, reduciendo la efectividad de las terapias.
- El acceso a un podólogo queda limitado a la sanidad privada, creando una barrera económica para una parte importante de la población.
El riesgo desatendido del pie diabético
Una de las mayores preocupaciones señaladas por el ICOPCV es la atención a pacientes con diabetes. El pie diabético es una complicación grave que requiere un seguimiento constante por parte de un especialista para evitar consecuencias irreversibles.
Antonio Viana, presidente del ICOPCV, explica que los centros de salud públicos carecen de expertos en el pie para tratar estas lesiones. La falta de tratamientos preventivos es un problema central. Acciones sencillas y efectivas, como el diseño de plantillas personalizadas, son cruciales para descargar la presión en puntos vulnerables del pie.
"Las lesiones relacionadas con el pie diabético nunca son tratadas en los centros sanitarios por expertos en el pie. En ellos no se aplica ningún tratamiento preventivo, como son las plantillas, para descargar la presión de puntos delicados", afirma Viana.
Sin esta atención preventiva, las zonas de alta presión pueden desarrollar úlceras. Estas heridas, en un paciente diabético, tienen una cicatrización muy lenta y un alto riesgo de infección, lo que puede derivar en amputaciones y problemas de salud mucho más graves y costosos para el sistema.
¿Por qué es tan importante la prevención?
En un paciente con diabetes, la neuropatía (pérdida de sensibilidad) y la mala circulación son comunes. Esto significa que una pequeña herida o un punto de presión pueden pasar desapercibidos hasta que se convierten en una úlcera grave. La intervención de un podólogo es fundamental para inspeccionar, educar al paciente y aplicar medidas correctoras antes de que surja una lesión.
Infecciones fúngicas: tratamientos incompletos y poco eficaces
Otra patología frecuente que se agrava por la falta de podólogos en el sistema público son las infecciones por hongos en las uñas, conocidas técnicamente como onicomicosis. Aunque pueden parecer un problema estético, si no se tratan correctamente pueden volverse crónicas y dolorosas.
El tratamiento efectivo de la onicomicosis requiere un paso inicial que no se realiza en la atención primaria. Según el presidente del ICOPCV, es fundamental realizar un fresado de la uña afectada. Este procedimiento consiste en reducir el grosor de la lámina ungueal, lo que permite que los medicamentos antifúngicos (tópicos u orales) penetren y actúen directamente sobre la infección.
"Al no haber podólogos en el sistema público, esta primera parte esencial del tratamiento no se realiza y esto retrasa su curación e, incluso, hace que los tratamientos no sean efectivos", detalla Antonio Viana.
Como resultado, muchos pacientes siguen tratamientos largos y costosos que no logran eliminar el hongo, generando frustración y permitiendo que la infección persista y, en algunos casos, se extienda a otras uñas o a la piel.
El primer paso es clave
El fresado o desbridamiento de la uña es un procedimiento indoloro realizado por un podólogo. Al eliminar las capas superficiales y engrosadas de la uña infectada, se debilita la estructura donde se aloja el hongo, maximizando la eficacia de cualquier tratamiento posterior y acortando significativamente el tiempo de recuperación.
Una barrera económica para la salud podológica
La consecuencia directa de esta carencia en el sistema público es que los ciudadanos deben recurrir a consultas privadas para recibir atención podológica especializada. Esto crea una desigualdad en el acceso a la salud, ya que solo aquellos que pueden permitirse pagar una consulta privada pueden tratar adecuadamente sus afecciones.
Patologías como las uñas encarnadas (onicocriptosis), la fascitis plantar, los papilomas o los dedos en garra son extremadamente comunes en la población. A menudo, estas dolencias causan un dolor significativo que limita la movilidad y afecta negativamente a la vida diaria de las personas, incluyendo su capacidad para trabajar o realizar actividades cotidianas.
El ICOPCV subraya que la salud de los pies es fundamental para el bienestar general. Ignorar estas afecciones no solo prolonga el sufrimiento del paciente, sino que también puede generar problemas posturales y complicaciones en otras partes del cuerpo, como rodillas, caderas y espalda, debido a una mala pisada para evitar el dolor.
Listado de afecciones sin cobertura pública
El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana destaca varias de las patologías más comunes que quedan sin tratamiento especializado en la sanidad pública:
- Uñas encarnadas: Provocan dolor agudo e infecciones recurrentes si no se tratan correctamente.
- Fascitis plantar: Una de las causas más comunes de dolor en el talón, que puede volverse crónico.
- Hongos en la piel y uñas: Infecciones contagiosas que requieren un diagnóstico y tratamiento específicos.
- Dedos en garra o martillo: Deformidades que causan dolor y dificultad para calzarse.
- Papilomas plantares: Verrugas víricas que pueden ser muy dolorosas al caminar.
- Estudios de la pisada: Esenciales para prevenir lesiones y tratar dolores musculoesqueléticos.
La necesidad de integrar la podología en el sistema nacional de salud
La reivindicación del ICOPCV no es nueva. Desde hace años, los profesionales de la podología abogan por su inclusión en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Argumentan que esta integración no solo mejoraría la salud y calidad de vida de la población, sino que también supondría un ahorro a largo plazo para el sistema.
Tratar a tiempo una afección podológica previene complicaciones que requieren intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos prolongados o bajas laborales. La prevención y el tratamiento temprano son siempre más eficientes y económicos que abordar las consecuencias de una patología agravada.
La inclusión de la podología permitiría un enfoque integral de la salud, especialmente en colectivos vulnerables como los ancianos, los deportistas y, sobre todo, los pacientes diabéticos, para quienes un cuidado adecuado de los pies es, literalmente, vital.





