La compañía de componentes de automoción Mahle ha anunciado un plan de reestructuración que afectará a 190 trabajadores de su centro de desarrollo tecnológico en Paterna, Valencia. La empresa atribuye esta decisión a la lenta adopción de los vehículos eléctricos, que ha provocado una infrautilización de sus instalaciones.
Este ajuste de plantilla, que también contempla 550 despidos en su planta de producción de Motilla del Palancar (Cuenca), representa un nuevo desafío para el sector automotriz de la Comunitat Valenciana, que ya enfrenta la incertidumbre en otras grandes empresas como Ford Almussafes.
Puntos Clave
- Despidos en Paterna: Mahle planea despedir a 190 de sus 350 empleados en el centro tecnológico de Paterna.
- Impacto en Cuenca: La planta de producción de Motilla del Palancar sufrirá un recorte de 550 puestos de trabajo.
- Causa principal: La compañía argumenta que la demanda de vehículos eléctricos es más baja de lo esperado, dejando sus fábricas "extremadamente infrautilizadas".
- Reacción sindical: El sindicato CCOO califica la medida de "desproporcionada" y cuestiona la justificación de la empresa.
Una reestructuración estratégica por la baja demanda
Mahle ha comunicado oficialmente la necesidad de una "reestructuración estratégica" en sus centros de España. Según la empresa, la transición hacia la movilidad eléctrica no avanza al ritmo previsto, lo que ha generado un desajuste significativo entre su capacidad productiva y las necesidades reales del mercado.
En un comunicado, la compañía explicó que sus instalaciones dedicadas a la fabricación de componentes para la electrificación están "extremadamente infrautilizadas". Añadió que no se espera que alcancen su plena capacidad en un futuro próximo, lo que obliga a tomar medidas para ajustar la estructura de la empresa a la situación actual.
Cifras del ajuste de plantilla
El plan de despidos de Mahle afecta a un total de 740 trabajadores en España. En Paterna, el recorte supone más de la mitad de la plantilla del centro de desarrollo, que está compuesto por ingenieros altamente cualificados.
La respuesta de los sindicatos
La reacción de las organizaciones sindicales no se ha hecho esperar. Juan José Picazo, secretario general de CCOO Industria PV, ha expresado su total desacuerdo con la medida anunciada por la dirección de Mahle.
"Mahle no puede justificar una estrategia de reducción de plantilla en Paterna. El número de despidos propuesto es desproporcionado, teniendo en cuenta el día a día de la actividad de la empresa", declaró Picazo.
Los sindicatos se preparan para iniciar un periodo de negociaciones con el objetivo de minimizar el impacto de los despidos y buscar alternativas que garanticen la viabilidad de los centros de trabajo y el mantenimiento del mayor número posible de empleos.
Un nuevo golpe para la automoción valenciana
La noticia de Mahle se suma a un panorama ya complicado para la industria automotriz en la Comunitat Valenciana. El sector, que es uno de los pilares económicos de la región, atraviesa un periodo de profunda incertidumbre marcado por la transición tecnológica y la competencia global.
La sombra de Ford Almussafes
La situación en Mahle está indirectamente relacionada con la de Ford Almussafes. La planta valenciana de Ford ha ejecutado varios expedientes de regulación de empleo en los últimos años debido a la reducción de su producción y a la falta de asignación de nuevos modelos eléctricos. Esta inestabilidad afecta a toda la cadena de suministro, incluyendo a proveedores como Mahle.
Empresas auxiliares que invirtieron fuertemente en la electrificación, confiando en proyectos que finalmente no se han materializado o se han retrasado, se encuentran ahora en una posición vulnerable. La falta de un plan de electrificación claro por parte de Ford para su fábrica española ha creado un desajuste entre la plantilla y las necesidades de producción reales en muchas de estas compañías.
La esperanza y la realidad de la gigafactoría
A pesar de que la instalación de la gigafactoría de celdas de batería de PowerCo (Grupo Volkswagen) en Sagunto se considera un impulso estratégico para el futuro del sector, sus efectos positivos aún no se perciben en el presente de muchas empresas. Compañías como Mahle, que apostaron por la región esperando el despegue de la movilidad eléctrica, enfrentan ahora las consecuencias de un mercado que avanza más lento de lo proyectado.
La industria se encuentra en una encrucijada: por un lado, la necesidad de adaptarse a un futuro eléctrico es innegable; por otro, la realidad actual muestra una demanda débil y una transición llena de obstáculos.
El futuro incierto del sector
Además de la lenta transición al vehículo eléctrico, el sector automotriz global se enfrenta a otros desafíos. La compañía menciona el "momento de incertidumbre" generalizado, que podría verse agravado por factores geopolíticos como las políticas arancelarias que podría implementar la administración de Donald Trump si regresa a la presidencia de Estados Unidos.
Mahle se especializa en la fabricación de componentes tanto para vehículos eléctricos como para motores de combustión limpia, además de desarrollar tecnología para bicicletas eléctricas. Sin embargo, su apuesta por la movilidad sostenible se ha encontrado con un mercado que todavía no responde con la fuerza esperada.
Los próximos meses serán clave para el futuro de los 190 trabajadores afectados en Paterna y sus compañeros de Motilla del Palancar. Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos determinarán el alcance final de una reestructuración que refleja las dificultades de una industria en plena y compleja transformación.