El Palau de les Arts ha inaugurado su vigésima temporada con una nueva producción de la ópera 'Faust' de Charles Gounod. La representación, que tuvo lugar el pasado viernes 3 de octubre, ofreció una noche de contrastes, con una ejecución musical de altísimo nivel y una propuesta escénica que generó opiniones divididas entre los 1.300 asistentes.
Puntos Clave de la Noche
- La Orquesta de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat ofrecieron una interpretación musical sobresaliente bajo la batuta de Lorenzo Viotti.
- El barítono-bajo Alex Esposito, en el papel de Méphistophélès, fue el gran triunfador de la noche, recibiendo la mayor ovación del público.
- La puesta en escena, con una estética circense, fue visualmente impactante pero restó dramatismo a momentos clave de la obra.
- La producción es una colaboración internacional con teatros de primer nivel como la Scala de Milán y la Staatsoper de Berlín.
Una Ejecución Musical de Excelencia
El principal pilar del estreno fue la calidad musical. La Orquesta de la Comunitat Valenciana demostró una vez más por qué es considerada una de las formaciones sinfónicas más importantes de España. Bajo la dirección del maestro Lorenzo Viotti, quien debutaba al frente de la orquesta, la partitura de Gounod sonó con una fuerza y precisión notables.
Viotti, un director de renombre internacional, extrajo de la orquesta un sonido vibrante en los pasajes más dramáticos, como el descenso de Faust a los infiernos, y una delicadeza exquisita en las arias más líricas. Hubo momentos en los que el volumen de la orquesta pudo resultar excesivo, pero la calidad general fue indiscutible.
El Coro y sus Momentos Estelares
Junto a la orquesta, el Cor de la Generalitat Valenciana tuvo una de sus actuaciones más destacadas de las últimas temporadas. A pesar de pequeños desajustes rítmicos al inicio del segundo acto, su contribución fue fundamental para el éxito de la velada.
"El coro se llevó los primeros aplausos y 'vivas' de la noche por su interpretación de 'Vin ou Bière', demostrando su conexión inmediata con el público."
La sección masculina brilló especialmente en el famoso "coro de los soldados", pero el punto culminante de su intervención fue el delicado pianísimo al final del cuarto acto, un momento de gran belleza musical que cautivó al auditorio.
Datos del Estreno
- Obra: 'Faust' de Charles Gounod.
- Asistencia: 1.300 espectadores.
- Duración: Aproximadamente 4 horas.
- Aplausos finales: Cerca de seis minutos y medio.
Un Reparto con Nombres Propios
En el apartado vocal, las interpretaciones fueron sólidas, aunque con un claro protagonista. El Méphistophélès de Alex Esposito dominó la escena de principio a fin. Su carisma interpretativo y su solidez vocal le convirtieron en el favorito del público, que le dedicó la ovación más cerrada de la noche.
A su lado, el barítono Florian Sempey ofreció un Valentin formidable, con una interpretación llena de fuerza y nobleza. Por su parte, la soprano Ruth Iniesta debutó con éxito en el papel de Marguerite, mostrando un timbre atractivo y una técnica vocal segura que le permitieron afrontar las dificultades del personaje.
El Desafío de Faust
El tenor peruano Iván Ayón-Rivas, encargado del rol titular de Faust, tuvo una noche más irregular. En varios momentos, su voz quedó algo cubierta por el volumen orquestal. El mayor desafío de su personaje, el temido do de pecho al final del aria "Salut demeure chaste et pure", no resultó como se esperaba. Ayón-Rivas lo abordó con una técnica arriesgada que resultó en una nota quebrada, generando algunos murmullos entre los aplausos.
No obstante, el tenor mostró una notable mejoría a lo largo de la representación, culminando con un quinto acto brillante. Con cuatro funciones más por delante, tendrá la oportunidad de consolidar su interpretación.
Una Coproducción de Prestigio
Esta nueva puesta en escena de 'Faust' es un proyecto ambicioso liderado por el Palau de les Arts en colaboración con tres de los teatros de ópera más importantes del mundo: el Teatro alla Scala de Milán, la Staatsoper Unter den Linden de Berlín y el Teatro Real de Madrid. Esta alianza garantiza una producción de alta calidad técnica y artística.
La Polémica Estética Circense
La propuesta escénica, firmada por el director Johannes Erath, fue el aspecto más controvertido de la noche. La producción se basa en una dualidad constante, utilizando espejos y metáforas visuales para explorar el conflicto interno del protagonista. La escenografía de Heike Schelle es monumental y crea imágenes de gran impacto, como la aparición de un órgano gigante en el cuarto acto.
Sin embargo, toda la producción está envuelta en una estética circense que, si bien puede justificarse conceptualmente —Méphistophélès como un maestro de ceremonias que manipula a los personajes—, termina por diluir la profundidad dramática de la obra. Según la crítica, esta decisión resta peso a los temas centrales de la ópera, como la fugacidad del tiempo, el amor y la redención.
Un ejemplo claro fue una escena en la iglesia, donde la aparición de unos 'campaneros' cómicos provocó risas en el público, rompiendo por completo la tensión trágica del momento en que Marguerite es condenada. Aunque el vestuario de Gesine Völlm era de una factura exquisita, se sentía desvinculado del tono sombrío que requiere la historia.
En definitiva, el público de Les Arts acogió con agrado el inicio de la temporada. La propuesta gustó, pero la audaz dirección de escena dejó una sensación de claroscuro, un espectáculo que caminó entre lo sublime de su música y lo terrenal de su concepto circense.





