El acceso a la vivienda en la provincia de Valencia se ha complicado significativamente durante el último año, con un aumento del 11% tanto en los precios de compra como en los de alquiler. En la capital, la situación es aún más crítica, ya que el coste del metro cuadrado se ha disparado una media del 17,7% en sus distritos, alcanzando cifras récord que dificultan el acceso a un derecho fundamental para miles de ciudadanos.
Este incremento sostenido, documentado en el 'Informe sobre el mercado inmobiliario de Valencia', sitúa los precios en máximos históricos y evidencia la falta de efectividad de las medidas actuales para contener la escalada. Mientras las administraciones debaten sobre las estrategias a seguir, los datos reflejan un mercado cada vez más tensionado y alejado de la capacidad económica de la población.
Puntos Clave
- El precio de compra en la provincia de Valencia ha aumentado un 11%, pasando de 1.395 a 1.554 euros por metro cuadrado en un año.
- El alquiler provincial también ha subido un 11%, alcanzando los 13,4 euros mensuales por metro cuadrado.
- En Valencia capital, el incremento medio del precio por metro cuadrado es del 17,7% en sus distritos.
- Distritos como Quatre Carreres (33%) y L'Olivereta (30,8%) lideran las subidas de precios en la ciudad.
- Las políticas de vivienda propuestas por las distintas administraciones aún no han logrado frenar esta tendencia alcista.
Un mercado inmobiliario en máximos históricos
Los datos del segundo trimestre de 2025, recogidos en el informe del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia, confirman una tendencia preocupante. La compra de una vivienda en la provincia es hoy un 11% más cara que en el verano de 2024. El precio medio ha escalado desde los 1.395 euros por metro cuadrado hasta los 1.554 euros actuales.
La ciudad de Valencia lidera esta subida, con un precio medio que se sitúa en 2.486 euros por metro cuadrado, consolidándose como el municipio más caro. Le siguen otras localidades de su área metropolitana como Paterna y Mislata, que también registran valores muy elevados.
Cifras del incremento
El precio medio de una vivienda en venta en Valencia capital ha pasado de 390.000 euros en 2024 a 438.000 euros en 2025, acercándose progresivamente al medio millón de euros. En municipios como Bétera, el precio medio ofertado alcanza los 561.000 euros.
El alquiler sigue la misma tendencia alcista
El mercado del alquiler no ofrece un panorama más alentador. El precio de la oferta de arrendamiento en la provincia ha experimentado un incremento idéntico del 11% en el último año. Según el informe, el coste ha pasado de 12,1 euros mensuales por metro cuadrado en 2024 a 13,4 euros en 2025.
Una vez más, Valencia capital es el epicentro de las subidas más pronunciadas, lo que agrava la presión sobre las familias y los jóvenes que buscan independizarse. Esta situación ha convertido el alquiler en una opción cada vez menos accesible para una parte importante de la población.
La situación por distritos en Valencia capital
El análisis detallado por distritos en la ciudad de Valencia revela aumentos generalizados. Prácticamente todos los barrios, con la única excepción de Poblats del Nord, han visto cómo el precio del metro cuadrado crecía respecto al año anterior. El incremento medio se sitúa en un notable 17,7%.
Algunos distritos han experimentado subidas muy por encima de la media. Quatre Carreres encabeza la lista con un aumento del 33%, seguido de L'Olivereta (30,8%) y Camins al Grau (26,8%). Estos porcentajes reflejan una fuerte revalorización en zonas que tradicionalmente no eran las más costosas.
- Quatre Carreres: +33%
- L'Olivereta: +30,8%
- Camins al Grau: +26,8%
Mientras tanto, las zonas más exclusivas como L'Eixample, Ciutat Vella y Pla del Reial se mantienen como las más caras de la ciudad, superando holgadamente los 4.000 euros por metro cuadrado. Un caso destacable es el de Camins al Grau, donde el precio ha subido 800 euros en solo un año, pasando de 3.000 a 3.800 euros por metro cuadrado.
Vivienda, una preocupación principal
Según el último Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de septiembre, el acceso a la vivienda se ha consolidado como una de las principales preocupaciones de los españoles. Este dato confirma que el problema trasciende las cifras y afecta directamente a la estabilidad y proyectos de vida de miles de personas.
Diferencias políticas ante un diagnóstico compartido
Aunque todas las administraciones coinciden en la urgencia de abordar la crisis de la vivienda, las soluciones propuestas difieren notablemente. Esta divergencia de estrategias genera un conflicto que, de momento, impide aplicar medidas efectivas a corto plazo.
Una de las principales discrepancias se centra en la aplicación de la ley de vivienda estatal. El Gobierno central, del PSOE, defiende la declaración de "zonas tensionadas" para limitar los precios del alquiler, una medida que el gobierno autonómico del PP rechaza aplicar en la Comunitat Valenciana.
"El objetivo principal es conseguir que cerca del 20% del parque de vivienda sea social y asequible para ayudar a la población más vulnerable. Pero en la Comunitat Valenciana estamos en un 0,6%", explica María Oliver, investigadora especialista en vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV).
Oliver considera que la declaración de zonas tensionadas podría ser una solución adecuada a corto plazo si se enfoca en los colectivos más necesitados y se acompaña de políticas a largo plazo para aumentar el parque de vivienda pública.
Las propuestas de la Generalitat y el Ayuntamiento
El gobierno de la Generalitat, presidido por Carlos Mazón, ha centrado su estrategia en la construcción. A través del Plan Vive, se ha fijado el objetivo de desarrollar 10.000 nuevas viviendas asequibles. Según el presidente, ya se han puesto en marcha 3.000 de estas viviendas protegidas en los dos primeros años de legislatura.
En la misma línea, el Ayuntamiento de Valencia ha impulsado el Plan + Vivienda, que prevé la construcción de 954 viviendas de protección pública en solares municipales mediante fórmulas como el derecho de superficie y la permuta de suelo.
Por su parte, el Gobierno central trabaja en el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2026-2030, que buscará ampliar el parque público, rehabilitar viviendas existentes y facilitar el acceso a los jóvenes.
La necesidad de soluciones urgentes
Mientras los planes a largo plazo se desarrollan, los expertos del sector inmobiliario señalan la necesidad de medidas inmediatas para aliviar la presión del mercado. Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), apunta a dos claves.
"Hay que dar tranquilidad, además de incentivos fiscales, para que el arrendador no opte por mantener la casa cerrada o por dedicarla a alquiler turístico", señala García. En su opinión, es fundamental ofrecer garantías a los propietarios y poner orden en el alquiler turístico para que más viviendas vuelvan al mercado de alquiler tradicional. La presidenta de Asicval también insiste en la necesidad de un "consenso político" para abordar el problema de forma integral y efectiva.
Con los precios en máximos y sin soluciones claras a corto plazo, el rompecabezas de la vivienda en Valencia sigue sin resolverse, afectando cada vez a más capas de la sociedad.