Una compleja red de narcotráfico y corrupción, desmantelada en el Puerto de Valencia, utilizaba métodos sofisticados y una estructura jerárquica para introducir toneladas de cocaína en Europa. La investigación, denominada 'Operación Spider', ha revelado un glosario de términos y roles específicos, desde 'hombres araña' hasta 'notarios' enviados desde Colombia, que explican el funcionamiento de la mayor trama criminal en la historia del recinto portuario.
La operación, liderada por la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional, culminó con casi un centenar de detenidos, incluyendo estibadores, transportistas y un ex guardia civil que dirigía una de las células. Se han incautado casi cinco toneladas de cocaína, lingotes de oro y más de 50 vehículos de alta gama.
Claves de la Operación Spider
- Casi 100 detenidos: Incluyendo estibadores, camioneros, empresarios y un ex guardia civil.
- Métodos especializados: La red usaba técnicas como el 'gancho perdido', el 'cambiazo' de contenedores y los 'hombres araña'.
- Agentes encubiertos: Ocho policías se infiltraron en la organización, siendo clave para su desarticulación.
- Estructura internacional: La trama contaba con 'notarios' de cárteles colombianos y albaneses para supervisar las operaciones.
- Incautaciones millonarias: Se intervinieron casi 5 toneladas de cocaína, lingotes de oro y más de medio centenar de vehículos de lujo.
La estructura interna del cártel
La organización criminal desmantelada en el Puerto de Valencia no era un grupo improvisado. Funcionaba con una jerarquía y una división de tareas muy definida, similar a la de una empresa, donde cada miembro tenía un rol específico para garantizar el éxito de las operaciones de narcotráfico.
Los 'Hombres Araña': especialistas en las alturas
Uno de los roles más singulares dentro de la trama era el de los 'hombres araña'. Este término se utilizaba para describir a los 17 estibadores detenidos que formaban parte de la red. Su trabajo consistía en escalar las inmensas pilas de contenedores apilados en el puerto.
Una vez localizaban el contenedor correcto, se introducían en él para extraer los paquetes de cocaína. Su condición de trabajadores portuarios les proporcionaba la coartada perfecta, permitiéndoles moverse por las instalaciones sin levantar sospechas mientras realizaban una de las tareas más arriesgadas de la cadena.
'Rescatadores' y 'Notarios': control en tierra
En un nivel inferior, pero igualmente crucial, se encontraban los 'rescatadores'. Este grupo, también compuesto en parte por estibadores, se encargaba de recuperar la droga de los contenedores que ya estaban en la 'playa' o zona de almacenamiento a nivel del suelo. Cuatro de ellos fueron arrestados en el acto mientras intentaban sacar 800 kilos de cocaína de un contenedor.
Para asegurar que todo el proceso se desarrollaba según lo planeado, los cárteles de origen (principalmente de Colombia y Albania) enviaban a un 'notario'. Esta figura, un miembro de máxima confianza del líder del cártel, viajaba a Valencia para supervisar personalmente la llegada de la mercancía y la correcta distribución de los pagos. Actuaba como un garante para todas las partes, evitando conflictos y traiciones.
Métodos de ocultación y logística
La red había perfeccionado varios métodos para introducir la droga en el puerto y sacarla sin ser detectada. Estas técnicas combinaban el ingenio con la corrupción, aprovechando las vulnerabilidades del sistema logístico portuario.
El cerebro de la trama: un ex guardia civil
Uno de los líderes de la red era Jesús Fernández Bolaño, un ex capitán de la Guardia Civil que, irónicamente, había sido responsable de la lucha antidroga en el propio puerto. Su conocimiento interno de los procedimientos de seguridad y de los puntos débiles del sistema fue fundamental para el éxito de la organización durante años.
El 'Gancho Perdido': la técnica del goteo
El método del 'gancho perdido' o 'gancho ciego' es una de las técnicas más antiguas del narcotráfico, pero esta red la había refinado. Consiste en introducir la droga en un contenedor con carga legal sin que la empresa exportadora ni la importadora tengan conocimiento de ello. La mercancía ilegal viaja camuflada entre productos legítimos como frutas o textiles.
La organización perfeccionó tanto este sistema que llegaban a introducir cantidades pequeñas, a veces solo una mochila, en una gran cantidad de envíos. Este 'goteo' constante dificultaba enormemente su detección y les permitía inundar el mercado europeo de forma discreta.
El 'Cambiazo': la corrupción como herramienta
El 'cambiazo' era una técnica más audaz que dependía directamente de la corrupción interna. Liderada por el ex guardia civil, la trama obtenía información sobre qué contenedores iban a ser inspeccionados. Cuando un contenedor con droga era seleccionado para revisión, la red actuaba rápidamente.
Cambiaban el código de identificación de ese contenedor por el de uno 'limpio' (sin droga). El contenedor limpio pasaba la inspección sin problemas. Una vez superado el control, volvían a colocar el código original en el contenedor con la cocaína, que podía así abandonar el puerto sin ser revisado.
Alianza de Cárteles
Los fardos de cocaína incautados estaban marcados con diferentes logotipos, como 'Skull', 'LT' o la cara de un gato. La presencia de diversas marcas en un mismo contenedor indica que diferentes organizaciones criminales se aliaban para compartir los gastos de envío, repartiéndose después los beneficios.
Tecnología y blanqueo de capitales
Para proteger sus comunicaciones y ocultar el rastro del dinero, el cártel utilizaba tecnología avanzada y un complejo entramado empresarial.
Comunicaciones encriptadas
Los miembros de la red utilizaban teléfonos encriptados, similares a los que usan las fuerzas de seguridad, para evitar ser interceptados por la policía. Además, el ex capitán Bolaño empleaba móviles de Holanda, más difíciles de intervenir, y módems portátiles para no conectarse nunca a redes wifi públicas, que son más vulnerables.
A pesar de estas precauciones, los investigadores de la Udyco lograron acumular horas de escuchas telefónicas que resultaron fundamentales para la investigación.
Un laberinto de empresas
El blanqueo de capitales se realizaba a través de una maraña de empresas. En la 'Operación Spider' se ha detenido a 17 responsables de distintas compañías por su colaboración con la trama. Este entramado no solo servía para lavar el dinero obtenido con la venta de la droga, sino también para complicar el seguimiento de los contenedores.
La red usaba estas empresas para generar una cortina de humo sobre el origen y el destino real de la mercancía, cambiando constantemente los puertos de procedencia entre países como Colombia, Ecuador y Perú para confundir a las autoridades.
El papel clave de los agentes encubiertos
La desarticulación de esta compleja red no habría sido posible sin el trabajo de ocho agentes encubiertos de la Policía Nacional. Estos policías se infiltraron en la organización durante meses, ganándose la confianza de los líderes.
Su integración fue tan exitosa que los propios narcos les encargaron hasta en tres ocasiones la tarea de 'rescatar' droga de los contenedores. Esta posición privilegiada les permitió recopilar información desde dentro y conocer de primera mano el funcionamiento, los roles y los métodos del cártel, lo que finalmente condujo a su caída en una de las operaciones policiales más importantes de la historia de España.





