Un fuerte olor, inicialmente confundido con una fuga de gas, provocó esta tarde el desalojo preventivo del edificio La Cigüeña, sede de la Conselleria de Emergencias, y de un inmueble administrativo contiguo en Valencia. Tras la intervención de los bomberos, se confirmó que el origen del olor procedía de unas obras de alcantarillado cercanas, descartando cualquier riesgo.
El incidente, que tuvo lugar a primera hora de la tarde del lunes, movilizó rápidamente a los servicios de emergencia y generó una notable inquietud entre los funcionarios que aún se encontraban en sus puestos de trabajo. Afortunadamente, la situación se resolvió sin mayores consecuencias que la interrupción temporal de la actividad administrativa.
Puntos Clave
- Desalojo preventivo de dos edificios administrativos, incluyendo la sede de la Conselleria de Emergencias.
- La causa fue un fuerte olor confundido con una fuga de gas.
- Los bomberos confirmaron que no había fuga y que el olor provenía de obras de alcantarillado.
- La normalidad se restableció poco después sin que se registraran heridos ni daños.
Activación del protocolo de emergencia
La alarma saltó cuando varios funcionarios del edificio La Cigüeña detectaron un olor penetrante y persistente que asociaron de inmediato con una posible fuga de gas. Siguiendo los protocolos de seguridad establecidos, se dio aviso inmediato a los servicios de emergencia.
El servicio de Bomberos de València se desplazó al lugar con varias dotaciones para evaluar la situación. Como medida de precaución, se ordenó el desalojo completo no solo del edificio donde se originó el aviso, sino también del inmueble adyacente, que alberga otros servicios administrativos. Los trabajadores abandonaron las instalaciones de manera ordenada mientras los equipos de emergencia aseguraban el perímetro.
Una respuesta rápida y coordinada
La operación fue supervisada directamente por el conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama, quien se aseguró de que se cumplieran todos los pasos del protocolo de seguridad. La coordinación entre los diferentes cuerpos fue fundamental para gestionar el incidente con celeridad y eficacia.
Los bomberos, equipados con detectores de gases especializados, procedieron a realizar mediciones exhaustivas en todas las plantas de ambos edificios. El objetivo principal era confirmar o descartar la presencia de gas en el ambiente, una tarea crucial para garantizar la seguridad de todos los implicados y de la zona circundante.
El Edificio La Cigüeña
El complejo conocido como La Cigüeña es un punto neurálgico de la administración valenciana. Alberga dependencias clave como la Conselleria de Emergencias, responsable de la coordinación de los servicios de protección civil y respuesta ante catástrofes. Su desalojo representa un evento significativo por la importancia estratégica de los servicios que allí se gestionan.
La investigación descarta la fuga de gas
Tras varios minutos de inspección, los resultados de las mediciones fueron concluyentes. Los equipos de los bomberos no detectaron ninguna concentración anómala de gas en el interior de los edificios. Esta noticia supuso un alivio inmediato, pero dejaba abierta la pregunta sobre el origen del intenso olor que había provocado la alarma.
"Las mediciones han sido negativas en todo momento. Se descartó rápidamente la presencia de gas, lo que nos permitió centrar la investigación en otras posibles fuentes externas", explicó un portavoz del servicio de emergencias en el lugar de los hechos.
Los esfuerzos se centraron entonces en el exterior de los inmuebles. Los bomberos inspeccionaron las inmediaciones y no tardaron en encontrar la causa del problema: unas obras de alcantarillado que se estaban llevando a cabo en una calle cercana. Los trabajos en la red de saneamiento habían liberado gases y olores propios del subsuelo, que por las condiciones del viento se habían introducido en los sistemas de ventilación de los edificios.
Datos del Incidente
- Edificios desalojados: 2 (La Cigüeña y un edificio administrativo anexo).
- Causa real: Olores procedentes de obras en la red de alcantarillado.
- Resultado: Falsa alarma, sin heridos ni daños materiales.
- Duración: La alerta se levantó en poco tiempo, permitiendo el regreso a la normalidad.
Regreso a la normalidad
Una vez confirmada la naturaleza inofensiva del olor y ventiladas adecuadamente las instalaciones, las autoridades dieron por finalizada la alerta. Los funcionarios pudieron regresar a sus puestos de trabajo para recoger sus pertenencias, aunque la jornada laboral ya estaba prácticamente concluida para la mayoría.
El incidente, aunque finalmente resultó ser una falsa alarma, sirvió para poner a prueba la eficacia de los protocolos de evacuación y la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia de la ciudad. La rapidez con la que se gestionó la situación evitó que la inquietud inicial se convirtiera en un problema mayor.
Este tipo de sucesos subraya la importancia de no subestimar ninguna alerta relacionada con posibles fugas de gas, ya que una actuación preventiva y rápida es la mejor herramienta para evitar accidentes graves. Afortunadamente, en esta ocasión, todo quedó en un susto y una anécdota para los trabajadores de la administración valenciana.





