El transporte público interurbano en Valencia se ha convertido en una fuente de incertidumbre para miles de ciudadanos. Durante el mes de septiembre, los servicios de Metrovalencia y Cercanías han registrado una alarmante frecuencia de incidencias, afectando la rutina diaria de aproximadamente 300.000 personas que dependen de estos medios para desplazarse a sus trabajos y centros de estudio.
Datos clave de las incidencias
- Metrovalencia: Registró problemas en 13 de los primeros 22 días de septiembre, lo que representa el 59% de las jornadas.
- Cercanías: Sufrió retrasos o averías en 19 de los primeros 22 días del mes, afectando al 86,3% de los días operativos.
- Usuarios afectados: Cerca de 250.000 personas utilizan Metrovalencia diariamente, mientras que Cercanías mueve a casi 50.000 pasajeros cada día.
Un septiembre marcado por las averías
La situación del transporte ferroviario en el área metropolitana de Valencia ha sido especialmente complicada en las últimas semanas. Los usuarios han enfrentado un patrón casi diario de retrasos y cancelaciones que ha generado un notable malestar y ha puesto en duda la fiabilidad del sistema.
Los datos reflejan un problema sistemático. En el caso de Metrovalencia, más de la mitad de los días de septiembre han tenido algún tipo de alteración en el servicio. Las líneas más afectadas incluyen la 1 (Bétera-Vilanova de Castelló), 2 (Llíria-Torrent Avinguda) y 7 (Marítim-Torrent Avinguda), aunque los problemas se han extendido a otras como la 4, 6 y 8.
Por su parte, el servicio de Cercanías de Renfe presenta un panorama aún más complejo, con incidentes que han afectado a casi el 90% de las jornadas del mes. Estas demoras constantes, a menudo atribuidas a fallos en la infraestructura o en los propios trenes, han alterado significativamente los tiempos de viaje de miles de valencianos.
Frecuencia de problemas en septiembre
Según los registros, los usuarios de Cercanías han experimentado demoras en 19 de 22 días, mientras que los de Metrovalencia lo han hecho en 13 de esos mismos 22 días. Esto significa que la probabilidad de encontrar un servicio sin alteraciones ha sido mínima para los viajeros habituales.
Ejemplos de una jornada caótica
Para ilustrar la magnitud del problema, basta con analizar lo ocurrido en un solo día. El pasado lunes, la jornada comenzó con una avería en un convoy de Metrovalencia a las 7:45 horas en la estación de Paiporta. Aunque el tren fue retirado en 45 minutos, el incidente fue suficiente para desencadenar un efecto dominó.
La avería inicial provocó retrasos acumulados en las líneas 1, 2 y 7. Posteriormente, las demoras se extendieron a las líneas 6 y 8. La situación obligó a Metrovalencia a tomar medidas drásticas, como la interrupción del servicio en la Línea 2 entre las estaciones de València Sud y Torrent Avinguda durante una hora y media para intentar contener el impacto en el resto de la red.
Ese mismo día, el servicio de Cercanías también informó de problemas. Una "avería de infraestructuras entre Almenara y Sagunt" afectó a la Línea 6, que conecta Valencia con Castellón. Esto generó retrasos generalizados durante toda la jornada, con algunas demoras que alcanzaron los 48 minutos en un trayecto que normalmente dura poco más de una hora.
Las causas detrás de los constantes retrasos
Ante la creciente frustración de los usuarios, surge la pregunta sobre el origen de estas incidencias recurrentes. Fuentes oficiales de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), la empresa que gestiona Metrovalencia, han ofrecido explicaciones sobre la situación.
La versión de Metrovalencia
Desde FGV se descarta que los problemas actuales estén directamente relacionados con los efectos de la DANA que afectó gravemente a las instalaciones en València Sud en octubre del año anterior. Aseguran que las averías derivadas de aquel suceso ya fueron solventadas durante el periodo de pruebas entre junio y julio.
Tampoco atribuyen las incidencias al puesto de mando provisional que opera actualmente ni a la reciente recuperación del horario laboral habitual tras el horario reducido de agosto.
La explicación oficial apunta a una "acumulación de incidencias varias, con diferente origen y en puntos distintos del recorrido, en un corto periodo de tiempo".
Además, Metrovalencia justifica la situación aludiendo a dos factores estructurales:
- La complejidad de la red: Con más de 160 kilómetros de recorrido, es una de las más extensas del país.
- La interconexión de las líneas: Las líneas 1, 2 y 7, que son las más largas, comparten vías en su tramo por el centro de Valencia. Esto provoca que una incidencia en una de ellas tenga un impacto inmediato y significativo en las otras.
El futuro de València Sud
La estación de València Sud, que quedó gravemente dañada por la DANA del 29 de octubre, tiene prevista su reapertura antes de que finalice el año. El nuevo puesto de mando se ha reubicado en una planta superior para evitar que futuras inundaciones puedan volver a destruir una infraestructura clave para la gestión del tráfico ferroviario.
La perspectiva de los usuarios
Para los casi 300.000 valencianos que utilizan estos servicios, las explicaciones técnicas no alivian la frustración diaria. La falta de fiabilidad del transporte público no solo implica llegar tarde al trabajo o a clase, sino también una pérdida de confianza en un servicio esencial para la movilidad sostenible del área metropolitana.
Los mensajes recurrentes de "retrasos generalizados" en las redes sociales de ambas compañías se han convertido en parte de la rutina matutina para muchos, quienes exigen soluciones a largo plazo que garanticen la puntualidad y eficiencia del transporte ferroviario en la región.