El Gobierno ha seleccionado la localidad de Trujillo, en Cáceres, para la instalación de una nueva fábrica de componentes de microchips, un proyecto con una inversión total de 2.350 millones de euros. Esta decisión sitúa a Extremadura en una posición clave dentro del mapa tecnológico nacional, mientras que Valencia, a pesar de ser el principal polo de la industria de semiconductores en España, queda al margen de esta inversión estratégica.
El proyecto será desarrollado por la empresa estadounidense Diamond Foundry, que cuenta con el actor Leonardo DiCaprio como accionista minoritario, en colaboración con la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), que aportará una parte significativa de la financiación pública.
Puntos Clave
- El Gobierno central ha elegido Trujillo (Extremadura) para una nueva planta de componentes de chips.
- La inversión total asciende a 2.350 millones de euros, con 752 millones de aportación pública.
- Valencia, que concentra más del 50% de los ingenieros de semiconductores de España, no ha sido seleccionada.
- El sector valenciano, agrupado en el Valencia Silicon Cluster, insiste en que el talento y los desarrolladores permanecen en la región.
Una inversión estratégica para Extremadura
La decisión del Consejo de Ministros de respaldar la planta en Trujillo supone un importante impulso para la economía extremeña. La fábrica se especializará en la producción de componentes para semiconductores de alto rendimiento utilizando una tecnología innovadora basada en diamantes sintéticos.
Esta tecnología permite fabricar diamantes monocristalinos que se usan como base para obleas y chips, mejorando la eficiencia computacional y reduciendo el consumo energético. Con esta instalación, España aspira a convertirse en el principal centro mundial de producción de sustratos de diamante para la industria de los semiconductores.
Cifras del Proyecto
- Inversión total: 2.350 millones de euros.
- Aportación pública (SETT): 752 millones de euros.
- Creación de empleo directo: 500 puestos.
- Creación de empleo indirecto: Más de 1.600 puestos.
La financiación pública se canaliza a través de la SETT, también conocida como SEPI Digital, en el marco del PERTE Chip, un programa gubernamental dotado con 12.000 millones de euros para fortalecer la industria de semiconductores en el país.
Valencia, un polo tecnológico consolidado
La elección de Extremadura ha generado sorpresa en el ecosistema tecnológico valenciano, considerado el corazón de la industria de microchips en España. La Comunitat Valenciana alberga la mayor concentración de empresas multinacionales del sector, tanto en electrónica como en fotónica, una tecnología que utiliza la luz en lugar de la electricidad.
Compañías de renombre como MaxLinear, Analog Devices, Ams Osram, Bosch y VLC Photonics/Hitachi tienen su sede en el área de Valencia y Paterna. Estas empresas emplean a unos seiscientos ingenieros de alta cualificación, lo que representa más de la mitad de todo el empleo de ingeniería de semiconductores del país.
¿Qué es la fotónica?
La fotónica es una disciplina que trabaja con fotones (partículas de luz) en lugar de electrones (partículas de electricidad). Los chips fotónicos permiten procesar información a mayor velocidad y con un menor consumo energético, siendo una tecnología clave para el futuro de las telecomunicaciones y la computación.
El sector valenciano, organizado en el consorcio Valencia Silicon Cluster, había defendido activamente la instalación de al menos una fábrica de tamaño medio en la región, argumentando que la infraestructura de talento y conocimiento ya estaba consolidada aquí.
La reacción del sector valenciano
A pesar de la decisión del Gobierno, los representantes del clúster tecnológico valenciano han mantenido una postura serena. Insisten en que la fortaleza de la región reside en su capital humano y su capacidad de innovación, algo que no cambia con la ubicación de una nueva fábrica.
"Los desarrolladores y el talento están en Valencia. Nosotros apostamos por crear talento y por depender de nosotros. No estamos disgustados".
Rafael del Castillo, miembro de la junta directiva de Valencia Silicon Cluster
Esta declaración subraya la estrategia a largo plazo del ecosistema valenciano: seguir siendo el centro neurálgico del diseño y desarrollo de chips, independientemente de dónde se localicen las grandes plantas de fabricación. La apuesta es por la propiedad intelectual y la innovación, más que por la producción en masa.
El futuro del PERTE Chip y las oportunidades
La inversión en Extremadura es una de las primeras grandes asignaciones del ambicioso PERTE Chip. Sin embargo, el programa cuenta con miles de millones de euros aún por distribuir, destinados a fortalecer toda la cadena de valor de los semiconductores, desde el diseño hasta el ensamblaje.
El ecosistema valenciano confía en que su liderazgo en diseño y desarrollo de chips, especialmente en el campo de la fotónica, le permitirá atraer futuras inversiones en áreas de mayor valor añadido. El objetivo es consolidar un campus internacional que impulse la transferencia de tecnología y ponga en marcha líneas de fabricación especializadas.
Aunque la carrera por esta primera gran fábrica se ha perdido, la industria valenciana sigue posicionada como un actor indispensable en el mapa tecnológico español y europeo, con la vista puesta en liderar la próxima generación de la tecnología de semiconductores.





