La Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos (AAPV) ha organizado una concentración este lunes en el centro de València para visibilizar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. El acto se ha centrado en la infancia, con la lectura de los nombres de los niños y niñas fallecidos en el conflicto, en un emotivo llamamiento a la paz y la protección de los derechos humanos.
La Plaça del Col·legi del Patriarca fue el escenario donde los profesionales de la interpretación unieron sus voces para exigir una respuesta política contundente por parte del Gobierno español y de la Unión Europea ante la situación que se vive en Oriente Próximo.
Puntos Clave
- La AAPV se concentró en el centro de València para denunciar la emergencia humanitaria en Gaza.
- El acto se enfocó en la infancia, con la lectura de los nombres de los menores fallecidos.
- Los actores y actrices leyeron un manifiesto pidiendo la sustitución de "misiles por cometas".
- Exigen al Gobierno español y a la Unión Europea que garanticen el cumplimiento de los Derechos Humanos.
Un clamor en el corazón de la ciudad
La céntrica Plaça del Col·legi del Patriarca se convirtió en un espacio de reivindicación y memoria durante la mañana del lunes. Miembros de la Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos se congregaron para poner el foco en una realidad que, aunque lejana geográficamente, resuena con fuerza en la conciencia colectiva.
El objetivo de la concentración era claro: denunciar la grave situación humanitaria que atraviesa la población de la Franja de Gaza. Sin embargo, el colectivo quiso poner un énfasis especial en las víctimas más vulnerables del conflicto: los niños y niñas.
Los nombres que ya no tendrán futuro
El momento más sobrecogedor del acto fue la lectura, uno por uno, de los nombres de los menores que han perdido la vida. Cada nombre pronunciado en voz alta por los actores y actrices presentes resonaba en la plaza, transformando una cifra estadística en una realidad humana tangible y dolorosa.
"Es muy duro pensar que todos y cada uno de los nombres que hemos leído son personas que ya no tienen ningún tipo de futuro", expresaron los organizadores a través de su manifiesto.
Este gesto simbólico buscaba recordar a la sociedad y a los responsables políticos que detrás de los números hay historias truncadas, sueños rotos y familias destrozadas. Una forma de honrar su memoria y exigir justicia.
Un manifiesto por la infancia
Durante la concentración, la AAPV leyó un manifiesto que articulaba su postura y sus demandas. El texto, cargado de emotividad, contrastaba la brutalidad de la guerra con la inocencia de la infancia. "Deberían estar dibujando y soñando", reivindicaron los intérpretes valencianos.
El manifiesto también evocó una imagen poderosa y tradicional entre los niños de Gaza para subrayar su mensaje. "Los misiles deberían ser sustituidos por cometas", declararon, recordando un juego que simboliza la libertad y la esperanza, ahora arrebatadas por la violencia.
Un llamamiento a la esperanza
El colectivo de actores no solo quiso denunciar la tragedia, sino también hacer un llamamiento a la acción y a la esperanza para los supervivientes. "Necesitamos, súper urgentemente, que sigamos levantándonos para que los pocos que quedan puedan tener futuro y esperanza. Es lo mínimo", defendieron en su comunicado.
Esta declaración subraya la urgencia de la situación y la responsabilidad compartida de la comunidad internacional para proteger a los que aún pueden ser salvados.
Exigencias a las instituciones
Más allá del acto simbólico, la Asociación de Actores y Actrices Profesionales Valencianos dirigió un mensaje claro a las autoridades. En su comunicado, la entidad señala directamente a Israel y pide una intervención decidida por parte del Gobierno de España y de la Unión Europea.
La principal exigencia es que se tomen las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos y de los derechos de la infancia en Oriente Próximo. Los actores consideran que las instituciones no pueden permanecer impasibles ante lo que califican como una emergencia humanitaria de primer orden.
El papel de la cultura como altavoz social
Este tipo de movilizaciones por parte de colectivos culturales como la AAPV demuestran el poder del arte y sus profesionales como agentes de cambio social. Utilizando su visibilidad y su capacidad de comunicación, buscan concienciar a la opinión pública y presionar a los estamentos políticos para que actúen frente a las injusticias.
La concentración en València se suma a otras iniciativas similares que han surgido en diferentes partes del mundo, tejiendo una red global de solidaridad que reclama el fin de la violencia y la protección de la población civil, especialmente de los más pequeños.





