El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha lanzado una advertencia contundente sobre las consecuencias de la reforma de la Política Agraria Común (PAC). Según sus declaraciones, la Comunitat Valenciana podría enfrentar una pérdida anual de 52 millones de euros en ayudas, una situación que afectaría directamente a 28.000 agricultores.
Ante este escenario, Barrachina ha exigido al Gobierno de España que defienda los intereses del sector agrícola valenciano en las negociaciones europeas para asegurar su competitividad y viabilidad futura.
Puntos Clave
- La reforma de la PAC podría suponer una pérdida de 52 millones de euros anuales para la Comunitat Valenciana.
- Un total de 28.000 agricultores, de los cuales 24.000 son jubilados, podrían quedarse sin ayudas.
- Están en riesgo 300.000 hectáreas de cultivo, lo que equivale al 60% de la superficie agrícola actual.
- La propuesta de la nueva PAC plantea excluir de las ayudas a los agricultores jubilados que siguen trabajando sus tierras.
Impacto económico y social de la reforma
El conseller ha detallado las cifras que reflejan la magnitud del problema. La posible reducción de 52 millones de euros en ayudas directas no solo afectaría a la rentabilidad de las explotaciones, sino que también pondría en una situación de vulnerabilidad a miles de familias que dependen de la agricultura.
Las declaraciones de Barrachina se produjeron durante su participación en el “56 Sorteig de l’Estalvi Cooperatiu”, un evento organizado por la Caixa Rural de l’Alcúdia y la Cooperativa Agrícola Nuestra Señora de Oreto, donde subrayó la urgencia de actuar.
Un sector envejecido en el punto de mira
Uno de los puntos más preocupantes de la reforma es la propuesta de dejar sin acceso a las ayudas a los agricultores jubilados que continúan activos en sus explotaciones. Esta medida tendría un impacto especialmente severo en la Comunitat Valenciana, una región con una particularidad demográfica en su sector primario.
La región más envejecida de España
La edad media de los agricultores en la Comunitat Valenciana supera los 65 años. Este dato la convierte en la región con el mayor envejecimiento en el sector agrícola de todo el país. Por ello, cualquier política que penalice a los agricultores de mayor edad amenaza directamente la estructura productiva valenciana.
Barrachina defendió con firmeza la posición de estos trabajadores. “Si a los agricultores retirados se les exige cumplir las mismas normas que al resto, deben tener el mismo derecho a recibir las ayudas”, afirmó el conseller, calificando la propuesta de discriminatoria.
El futuro de 300.000 hectáreas en juego
Más allá del impacto directo sobre los agricultores, la reforma de la PAC amenaza la continuidad de una vasta extensión de terreno agrícola. Según las estimaciones presentadas por el conseller, el futuro de 300.000 hectáreas de cultivo estaría en riesgo.
Esta cifra representa aproximadamente el 60% de la superficie que actualmente está en producción en la Comunitat Valenciana. La falta de ayudas podría llevar al abandono de tierras, con las consiguientes consecuencias medioambientales y económicas.
“Estamos hablando de una amenaza directa a la soberanía alimentaria y al paisaje que define nuestra comunidad. No podemos permitir que el 60% de nuestra superficie productiva quede desprotegida”, señaló Barrachina.
El papel clave del cooperativismo y la investigación
Durante su intervención, el conseller también quiso destacar el valor del modelo cooperativo como pilar fundamental para afrontar los desafíos del sector. Describió a las cooperativas agrarias como una herramienta esencial para garantizar la competitividad y la calidad.
“El espíritu de esfuerzo y trabajo conjunto es garantía de éxito y un seguro de que el consumidor final va a tener en sus manos un producto de muy alta calidad”, comentó, poniendo como ejemplo el trabajo de la Cooperativa Agrícola Nuestra Señora de Oreto (CANSO).
El caso del kaki Oreto
Miguel Barrachina mencionó el éxito de la variedad de kaki Oreto como un ejemplo de colaboración fructífera. Esta variedad es el resultado de un convenio de mejora varietal entre la cooperativa CANSO y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA).
Innovación para la competitividad
El conseller subrayó la importancia estratégica del IVIA para el sector. “El IVIA es un pilar fundamental para la innovación agrícola en la Comunitat Valenciana”, afirmó, destacando que gracias a su labor se desarrollan variedades que, como el kaki Oreto, amplían el calendario de comercialización y mejoran la oferta.
Según Barrachina, la colaboración entre centros de investigación y cooperativas es clave para generar productos más atractivos en sabor y textura, abriendo nuevas oportunidades en los mercados nacionales e internacionales.
- Mejora de variedades: La investigación permite obtener frutos adaptados a las demandas del mercado.
- Ampliación de calendarios: Nuevas variedades permiten extender la temporada de comercialización.
- Posicionamiento internacional: La calidad y la innovación fortalecen la presencia de los productos valencianos en el exterior.
“La investigación valenciana permite que nuestro sector se adelante a las demandas del consumidor y fortalezca su posicionamiento internacional”, concluyó el conseller.