La Audiencia Provincial de Valencia ha emitido una orden de búsqueda y detención para una mujer acusada de intentar secuestrar a dos niñas pequeñas en la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La decisión se tomó después de que la acusada no se presentara al juicio programado, siendo declarada en rebeldía por el tribunal.
Los hechos ocurrieron en julio de 2023 y, según los informes, la mujer actuó durante un brote psicótico relacionado con una enfermedad mental diagnosticada, por la que había dejado de recibir tratamiento.
Puntos Clave
- La Audiencia Provincial de Valencia ha ordenado la detención de la acusada tras su incomparecencia en el juicio.
- Se le imputan dos intentos de secuestro a una niña de cinco años y a otra de tres en la Ciudad de las Artes.
- La mujer padece una enfermedad mental y presuntamente cometió los actos durante un brote psicótico.
- Las familias de las menores afectadas denuncian el trauma persistente y piden medidas para garantizar su seguridad.
Declarada en Rebeldía por el Tribunal
La situación judicial de la acusada se ha complicado notablemente. Al no presentarse a la vista oral sin justificación, el tribunal la ha declarado oficialmente en rebeldía. Esta condición legal activa de inmediato una orden de búsqueda y captura para que las fuerzas de seguridad la localicen y la pongan a disposición de la justicia.
La ausencia de la procesada impide que el juicio avance y frustra cualquier posibilidad de acuerdo entre la fiscalía y la defensa. Se esperaba que ambas partes negociaran una medida de seguridad en lugar de una pena de prisión, dada la condición mental de la mujer.
Implicaciones de la Inimputabilidad
Cuando una persona comete un delito bajo un brote psicótico que anula su capacidad de comprender sus actos, el Código Penal español contempla la eximente completa de enajenación mental. Esto significa que no se le considera criminalmente responsable y no puede ser condenada a prisión. En su lugar, se imponen medidas de seguridad, como el internamiento en un centro psiquiátrico, para tratar su patología y evitar que vuelva a delinquir.
Dos Sucesos en 48 Horas
Los hechos que se le imputan a la mujer ocurrieron con apenas dos días de diferencia en una de las zonas más concurridas y turísticas de Valencia, generando gran alarma entre los presentes.
El primer intento con una niña de cinco años
El 17 de julio de 2023, la acusada se encontraba en el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Allí se acercó a una niña de cinco años que caminaba a pocos metros de sus padres. Según el relato de la fiscalía, la mujer la agarró del brazo e intentó llevársela en dirección contraria a la de su familia.
"Me descuidé unos segundos y cuando me giré vi que estaba intentando llevársela", relató la madre de la menor a los medios. La rápida reacción de los padres evitó el secuestro.
Alertados por los progenitores, agentes de la Policía Nacional se desplazaron al lugar y procedieron a su detención. Tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad como investigada por un delito de detención ilegal.
Segundo intento con una niña de tres años
Pocas horas después de ser puesta en libertad, la mujer repitió su comportamiento en la misma zona. En esta ocasión, su objetivo fue una niña de tres años que se encontraba en su carrito. La madre de la pequeña vivió momentos de gran angustia.
"De repente se acercó la mujer y empezó a tirar del carro mientras me decía 'dámela, que me la voy a llevar'. No entendía lo que estaba pasando, me puso muy nerviosa", explicó la progenitora. La intervención de varios transeúntes que presenciaron la escena fue clave para disuadir a la mujer y proteger a la niña hasta la llegada de la policía.
La Lucha de las Familias contra el Miedo
Más de un año después de los incidentes, las familias de las dos menores continúan lidiando con las secuelas psicológicas. El miedo y la ansiedad se han convertido en una constante en sus vidas, alterando por completo su sensación de seguridad.
El Impacto del Trauma
El trauma post-incidente ha llevado a una de las madres a tomar medidas extremas para proteger a su hija. Confiesa haber instalado dispositivos de geolocalización en la ropa y zapatillas de la niña "para tenerla localizada en todo momento".
"Desde que pasó estoy obsesionada. No dejo sola a la niña nunca, estoy todo el rato pendiente y si la pierdo de vista un segundo me pongo atacada", lamenta la madre de la niña de tres años. Ambas progenitoras han necesitado ayuda psicológica para procesar lo ocurrido.
"Tenemos miedo. No me quito ese momento de la cabeza y cada vez que pienso lo que hubiera pasado si no me hubiera dado cuenta me pongo a llorar", confiesa la madre de la niña de cinco años, quien asegura estar "traumatizada".
Las familias reclaman medidas contundentes que garanticen que la acusada reciba el tratamiento necesario y no pueda volver a protagonizar un episodio similar. Su principal preocupación es la seguridad de sus hijos y la de otros niños que puedan estar expuestos.
El Debate sobre las Medidas de Seguridad
El caso pone de relieve el complejo equilibrio entre la justicia y el tratamiento de las enfermedades mentales. La fiscalía, reconociendo la inimputabilidad de la acusada debido a su estado mental, solicitaba su internamiento en un centro psiquiátrico. Esta medida de seguridad busca tanto proteger a la sociedad como proporcionar a la persona el tratamiento adecuado para su patología.
Por su parte, la defensa consideraba esta medida "excesiva" y planeaba negociar una alternativa: un período de libertad vigilada. Esta opción implicaría un control estricto para asegurar que la mujer siguiera su tratamiento médico y no volviera a suponer un riesgo. Sin embargo, su fuga ha dejado estas negociaciones en el aire y ha aumentado la incertidumbre sobre el desenlace del caso.





